Colectivo Pessoa: Escritos sobre fútbol. Análisis retrospectivo e introspectivo del deporte. El fútbol sí tiene memoria. colectivopessoamasalladelgol@yahoo.com
domingo, 30 de agosto de 2020
THOMAS N'KONO
FÚTBOL FEMENINO
Alguna vez, muy pocas, me entretengo con algún partido de fútbol femenino. He de reconocer que nunca he visto un partido completo jugado por mujeres, pues el espectáculo y la motivación no cumplen mis expectativas. No tengo inconveniente en afirmar que eso también me ocurre con muchos partidos de fútbol masculino.
El
partido elegido esta vez fue el de semifinales de la Champions, jugado entre el
FC Barcelona y el Wolfsburg. El partido tuvo emoción por el resultado final de
1-0 para el equipo alemán, con bastantes ocasiones de gol para ambos equipos,
con un nivel de juego aceptable.
La
igualdad de género es una demanda que está muy presente en nuestra sociedad. Es
un anhelo que implica un ideal de mayor justicia, aunque en demasiadas
ocasiones es malinterpretado, en otras utilizado para sacar tajada de una
situación interesada o esgrimido por simple ignorancia.
Digo
esto porque está del todo justificado que unas chicas que se dedican al fútbol
profesional tengan sus merecidos ingresos por su práctica laboral, pero resulta
del todo inaceptable que a través de campañas de difusión social y política, se
pretendan colar con calzador unas reivindicaciones económicas excedidas, fuera
de lugar a día de hoy.
La
última reivindicación absurda es el lamento de una jugadora del PSG: “No
entiendo por qué no hay VAR en la Champions femenina. Es parte de la
discriminación, lo digo así y no me voy a esconder. Si queremos igualdad, esto
tiene que ser igualdad”.
Al
margen de cuestiones éticas y de aspiraciones legítimas, las futbolistas no
están en condiciones de exigir una igualdad
-aunque sí una equidad- con los futbolistas, más que nada porque lo que
ofrecen unas y otros es del todo incomparable.
En
este juego de igualdades forzadas sorprende el trato periodístico que se da al
fútbol femenino, cada vez más presente en los medios de comunicación, cuando ni
por el nivel de juego desplegado, ni por el interés real que despierta es
merecedor de ello.
No
creo que el fútbol femenino vuele muy arriba, a pesar de que las rivalidades
entre equipos de renombre ayudarán a una mayor consecución de cuota de
espectadores. Veremos si con la crisis económica no hay un freno a su
divulgación y financiación.
La
naturaleza y la sociedad han otorgado a cada género y a las diferentes
tipologías, unas determinadas cualidades y características que conviene tener
presentes, no para discriminar a nadie, sino para tener clara la separación
entre actividades deportivas profesionales en un entorno exigente, de otras
prácticas más laxas, más o menos lucradas, dependiendo de las modas de cada
momento.
miércoles, 26 de agosto de 2020
FC BARCELONA: 2011-2020
El
FC Barcelona acaba de decir adiós a la década más exitosa de su historia en lo
que concierne al cómputo global de títulos conseguidos. En este transcurrir de
tiempo, el club ha ganado 6 Ligas (2011, 2013, 2015, 2016, 2018 y 2019) 5 Copas
del Rey (2012, 2015, 2016, 2017, 2018) 4 Supercopas de España (2011, 2013,
2016, 2018) 2 Champions League, 2 Mundiales de Clubes y 2 Supercopas de Europa
(2011 y 2015). Sin duda un palmarés excelente donde los haya.
Sin
embargo, la realidad del club en estos momentos se está complicando sobremanera. En el día de ayer se oficializó
la noticia de que Messi, capitán de la primera plantilla del FC Barcelona, había enviado un burofax pidiendo su salida inmediata del club.
Tiempo
habrá para ver cómo evoluciona esta situación. Se vislumbra un enredo legal en
referencia a los términos de la cláusula del contrato en la que el jugador
puede decidir marcharse en cualquier momento, a no ser que se pactara un precio
de venta para su salida.
La
gestión como presidente de Bartomeu ha sido desastrosa, encadenando demasiados
errores, cambios en la dirección deportiva, dimisiones, polémicas y escándalos
mayúsculos de manera continuada.
Como
capitán del primer equipo, Messi debería haber hablado después del 2-8, tal y
como hizo Piqué justo al término del encuentro. Parece razonable pensar que
Messi, siendo uno de los mejores jugadores de la historia, no ha sabido ejercer
el rol para las funciones de capitán.
Quizás
sea el primer caso en la historia en que un capitán del primer equipo y mito
absoluto del club abandone el barco en medio del naufragio. Parecería que el
amor al club y a su gigantesca masa social debería estar muy por encima del
hartazgo –totalmente comprensible- con la junta directiva encabezada por el
nefasto Bartomeu. Y más teniendo en cuenta que a él y a su junta directiva le
quedan , como máximo, 7 meses de vida.
Ciertamente,
existe el riesgo –enorme- de que el club pueda adentrarse de nuevo en una marea
conflictiva con múltiples frentes abiertos con tintes de autodestrucción,
perdiéndose en laberintos de todo tipo y de difícil salida, algo recurrente a
lo largo de la historia del club.
El
derrumbe en Lisboa fue el último acto de una generación que ha dado los mejores
años en la historia de la institución. La vieja guardia, por lo que se intuye,
no acepta intromisiones para que se hagan las reformas básicas necesarias
después de que en Lisboa saltara todo por los aires, al cabo de demasiados
naufragios y ridículos en Europa.
En
este sentido, la figura de Ronald Koeman se ajusta al rol al que se le
encomienda: gestionar con liderazgo la renovación que hace años debería haberse
realizado. Es una leyenda del club y fue un jugador de clase mundial sin duda
alguna. Y decide venir acompañado de Henrik Larsson, lo cual es una decisión
inteligente, por lo que significó su ejemplaridad y sabiduría como jugador.
Como
decía Johan Cruyff, toda desventaja lleva implícita su propia ventaja. Por más
que desde el club y su entorno se mencione a Cruyff como tótem día sí y otro
también, es harto imposible que en un club y un entorno tan bipolar, se aprenda
a adquirir un enfoque práctico, pragmático e incluso desapasionado, tan
necesario de aplicar en momentos de gran trascendencia y dificultad como los
actuales.
En
definitiva, con el fin de esta temporada atípica el FC Barcelona se despide de
la mejor década en cuanto a títulos de su historia. Bien es cierto que reina en
el ambiente la sensación de que se podría haber llegado todavía más lejos en
cuanto a títulos europeos y dominio en el fútbol mundial.
Los
aficionados al fútbol les agradecen todas las tardes de gloria y buen juego
brindadas. En estos últimos cinco años se podría haber dado un golpe definitivo
sobre la mesa, instaurando una hegemonía indiscutible, pero ha faltado más
compromiso y mejor gestión. Un final demasiado triste para una travesía
totalmente fabulosa. ·
lunes, 24 de agosto de 2020
WESTFALENSTADION
sábado, 22 de agosto de 2020
EL DEDO ACUSADOR
Es una buena señal que Messi haya hablado con Koeman, interrumpiendo sus vacaciones. La mayoría de barcelonistas desean que Messi siga en el Barça, aunque su marcha ya no sería tan dolorosa como lo habría sido años atrás.
Le
reconozco a Messi sus enormes méritos en la gloriosa etapa del FC Barcelona. Sin
su presencia nada habría sido lo mismo. Creo que todavía podría liderar un
proyecto en el campo, rodeado de algunos compañeros defenestrados en los
últimos tiempos.
Soy
de la opinión que esta plantilla, con algunas bajas, mejorada con injertos de jóvenes
con hambre de victoria, entrenando de manera exigente, manteniendo el estilo Barça,
podría competir con cualquier equipo del mundo.
Pero
Messi debe ser consciente que mucha responsabilidad de lo que ha ocurrido es
suya, compartida con algunos de sus compañeros de vestuario.
Desde
la llegada de Valverde se ha entrenado poco, acomodados por una superioridad
técnica y táctica que ha servido de espejismo en el discurrir de los últimos
años, incrementado por el hecho de haberse ganado dos Ligas y dos Copas.
Tampoco
ha ayudado en esta degradación una política de fichajes errática, tanto en las
entradas como en las salidas, además de la presencia de futbolistas sin ninguna
capacidad para jugar en el Barça.
El
caso más estentóreo es el de Sergi Roberto, la confirmación del Principio de
Peter, con el añadido de que él mismo es conocedor de sus absolutas
limitaciones. Poner al mejor jugador del mundo al lado de un jugador tan
mediocre, explica muchas de las debacles vividas. Siempre he pensado que es
mejor jugar con diez que con once, si uno de los once es un agujero negro.
Es
necesario mencionar la absoluta impericia a la hora de gestionar el vestuario,
tanto por parte de Valverde como de Setién, plegándose a las exigencias de los
futbolistas con más ascendencia, siendo titulares por decreto y nada
predispuestos a ser sustituidos a lo largo de los partidos, lo que ha
repercutido en el desgaste excesivo de jugadores veteranos, impidiendo que
otros jugadores pudiesen aportar sus cualidades y forzar la competencia, tan
necesaria en un equipo.
El
caso de Suárez es clamoroso. Cerró la puerta a un rápido y preciso Alcácer,
hasta provocar su marcha, mientras el uruguayo se iba arrastrando por los campos de Europa, incapaz de ganar una
carrera en velocidad o de combinar una jugada.
Si
con Messi siempre se echa de menos a un integrante comprometido en la actitud
defensiva, el necesario equilibrio se viene abajo cuando añadimos la poca
efectividad en la presión y recuperación por parte de Suárez. En el fútbol
moderno, tener a dos jugadores al margen de las labores de defensa y presión,
es un exceso que se paga muy caro ante equipos de élite.
Tampoco
hay que descartar lo negativo del efecto Messi: todos los jugadores antes de
proponer algo, le dan el balón a Messi para que sea él quien lo haga. Esta
dependencia ha provocado que las cualidades decisorias de la mayoría de
jugadores hayan bajado de nivel. Sirva de ejemplo lo que hizo Alba en
Liverpool: estando solo, delante del portero, buscando a Messi que estaba
detrás de él, para que rematara.
Messi
ha de ser consciente que del mismo modo que con su presencia el Barça se
instaló en las estancias celestiales como nunca antes en la historia del club,
con él ha habido un acomodamiento impropio en un vestuario profesional, lo que
ha llevado al FC Barcelona justo delante de las puertas del infierno.
viernes, 21 de agosto de 2020
ALEN BOKSIC´
domingo, 16 de agosto de 2020
LA DEBACLE
El auto-engaño es una herramienta que sirve para ganar tiempo, e incluso para ser feliz hasta donde alcance, si se tiene la virtud de construirlo de manera portentosa.
Creyéndose
la propia mentira se van buscando exculpaciones a situaciones que de haberse
encarado, habría significado aplicar cambios en el momento oportuno. El FC Barcelona
ha pasado pruebas de fuego con resultados lamentables -París, Turín, Roma,
Liverpool-, pero siempre se han ido poniendo paños calientes a una enfermedad
que requería cirugía. Hasta que ha tenido que enfrentarse a un león, desnudo y
sin casi nada para defenderse.
Esto
es lo que le ocurrió al FC Barcelona ante el Bayern, un equipo que nunca toma
sosiego, especialmente cuando huele sangre. Las heridas de los jugadores del
Barça resultaban demasiado visibles antes del partido, acabando en auténticas
hemorragias.
Los
primeros minutos del partido no fueron malos, incluso parecía que se podía
jugar de tú a tú contra el Bayern. Hasta que apareció Sergi Roberto, un jugador
timorato que con su pérdida de balón, a todas luces inaceptable, facilitó el
segundo gol del Bayern y abrió la espita de todos los traumas acumulados en los
últimos años. Los goles fueron cayendo mientras el equipo azulgrana estaba
interiorizando más su ansiedad, que pensando en lo que había que hacer en el
terreno de juego.
Alba
revivió su traumática noche de Anfield, Suárez corrió como un pollo sin cabeza,
Ter Stegen elevó su suficiencia a un grado de insensatez inaudito, Busquets
desarbolado hasta la náusea, Messi perdido en el túnel de la duda, etc.
La
derrota que ha sufrido el FC Barcelona,
siendo dolorosa para sus seguidores, es lo mejor que podía ocurrir. Durante algunos
años se ha vivido con indecisión, valorando si hay o no que operar. Ahora la
cirugía es inevitable e inminente. A
vida o muerte.
A
pesar de algunas noches muy oscuras, Valverde fue un buen gestor de la
decadencia. La entrada de Setién solo ha servido para desbaratar lo que ya
funcionaba más o menos bien, pues ni ha podido imponer sus ideas, ni ha
reforzado lo bueno que se hacía con Valverde. Hace tiempo que en el club los
jugadores tienen excesivo poder, que no se entrena bien, con la exigencia que
requiere el fútbol moderno.
La
buena imagen ofrecida en Villarreal, fue
truncada en los siguientes partidos por los jugadores, por requerir un mayor
esfuerzo físico, volviéndose a un juego más prudente, de esperar al contrario,
como ante el Bayern, lo que predestinó lo que ya se sabía: el Barça no sabe
defenderse encerrándose en su área o jugando a verlas venir.
El
mejor Barça se ha visto cuando se hacía una fuerte presión sobre el contrario,
cerca del área del rival, arriesgando en la recuperación del balón, jugando con
el equipo adelantado, con el portero atento a los pases largos del rival. Pero
hacer presión con jugadores que no la acompañan de manera eficiente, es entrar
en el matadero. Si contra el Bayern, Suárez no hubiese jugado de titular y en su
lugar hubiese jugado Griezmann, la presión habría sido posible y, tal vez, se
habría conseguido competir con el Bayern con un nivel aceptable.
Toda
la pirámide se ha desmoronado porque el seísmo ha sido excesivo. Desde el
presidente Bartomeu, un auténtico cantinflas, a Setién, un hombre al que el
Barça le ha venido muy grande, con una imagen final, apoyado en el banquillo,
con los brazos en cruz, al que solo le faltaba el sombrero de paja para ser un
espantapájaros. Ha muerto de mala manera sin ser fiel a sus ideas, porque de
haberlas querido imponer los jugadores lo habrían liquidado. Se equivocó de
manera absoluta al no dar un paso a un lado, marchándose con dignidad.
Mirándolo
con perspectiva, Setién recordará su experiencia con el Barça no como un sueño,
sino como la peor de sus pesadillas, el momento en que enterró su precario
prestigio como entrenador, por haber callado y aceptado las imposiciones del
vestuario.
El sistema de juego que hace reconocible al Barça debe ser mantenido, otorgándole de nuevo la vitalidad perdida. Que durante años, unos jugadores de mucha clase, hayan podido ganar Ligas y Copas del Rey, mientras se dirigían hacia su ocaso, dice mucho de su nivel, pero la noche ha caído y ha llegado la hora del adiós y del reconocimiento por tanta dicha pasada.
jueves, 13 de agosto de 2020
martes, 11 de agosto de 2020
VUJADIN BOSKOV Y LA UC SAMPDORIA
Hablar
de Vujadin Boskov (16 de Mayo 1931 Begec, Yugoslavia -27 de Abril 2014 Novi
Sad, Serbia) significa hacerlo de una importante figura, de una personalidad
muy carismática en el mundo del fútbol, tanto por los logros y éxitos
conseguidos en su rol de entrenador de prestigio, como de un técnico viajado y
políglota, y que destacó en distintas ligas continentales, desde los años 70
hasta los 90.
A
lo largo de su vida entrenó en países tales como Suiza, Países Bajos, España e
Italia. Asumió, también, el rol de seleccionador nacional yugoslavo en dos
etapas distintas (1971-73 y 1999-2000)
siendo esta su última experiencia en el mundo de los banquillos.
Fue
un entrenador del que se recuerda tanto su personalidad como su sentido del
humor, con sus ya clásicas citas en declaraciones sobre la naturaleza del
fútbol en ruedas de prensa y entrevistas que ya son historia de este deporte.
Con
larga trayectoria como jugador en Yugoslavia, en concreto en las filas del FK
Vojvodina Novi Sad, equipo en el cual jugó 14 temporadas ininterrumpidas y del
cual devino figura y mito -tanto es así que las instalaciones de entrenamiento
del club serbio llevan su nombre en su honor- jugó a posteriori una temporada
en la UC Sampdoria de Génova (temporada 1961-62) y culminó su carrera como
futbolista en activo perteneciendo al BSC Young Boys de Berna, Suiza
(1962-1964).
Con
la selección de Yugoslavia jugó los Mundiales de 1954 y 1958, alcanzando en
ambos los cuartos de final. Destaca, por encima de todo, la medalla de plata
conseguida en los Juegos Olímpicos de Helsinki, donde la selección balcánica
fue derrotada 2-0 en la final por la célebre Hungría de Puskás, Kocsis y
Czibor.
Pero
fue en los banquillos donde Boskov pasaría definitivamente a la fama y
devendría una figura legendaria del fútbol. Reconocido como gran entrenador y
con éxitos muy destacables a sus espaldas, a nivel de grandes clubes sobresalen
sus pasos por el Real Madrid CF o Feyenoord de Rotterdam. Su primera
experiencia en la liga española fue en los banquillos del Real Zaragoza en la
temporada 1978-79, y sería en la siguiente en la que se oficializó su fichaje
por el equipo madridista, con el que ganaría la Liga de 1980 y dos Copas del
Rey (1980 y 1982).
Sin
embargo, lo que destaca de manera indiscutible en el currículum del técnico
yugoslavo son los triunfos conseguidos con equipos de perfil mediano, clubes
que en principio no estaban destinados a llegar a tan alto nivel competitivo
como hicieron bajo su batuta. En este sentido,
remarcar
la copa holandesa conseguida con el ADO La Haya en 1975 y su posterior
trayectoria europea la campaña siguiente.
Con
todo, fue en la UC Sampdoria, club de Génova fundado en 1946, donde Boskov
vivió sus momentos más álgidos, al transformar al club de la Liguria en un
equipo campeón, reconocible, presente en finales, tanto a nivel italiano como
continental entre los años 1985 y 1992.
Estamos
hablando de una transformación radical que duró 7 años, llevando las riendas de
un club que nunca ha sido considerado uno de los grandes del Calcio, y mucho
menos de Europa. Sin embargo, con Boskov la UC Sampdoria vivió sus mejores años
como institución.
Para
poner en perspectiva la gran tarea llevada a cabo por Boskov, si se analiza el
palmarés de la UC Sampdoria, se observa que desde su fundación en 1946, el club
ha obtenido un total de 7 títulos oficiales. De todos ellos, 5 se consiguieron
con Boskov siendo el entrenador, lo que nos indica hasta qué punto la figura
del técnico yugoslavo fue decisiva y trascendente.
Bajo
su mando, la UC Sampdoria obtuvo una Liga italiana en 1991 -hasta el momento la única en su palmarés- una Recopa
de Europa en 1990, dos Copas de Italia en 1988 y 1989 y una Supercopa de Italia
en 1991.
Además,
hacer hincapié en los subcampeonatos de la Recopa de Europa en 1989 y de la
Copa de Europa en 1992 en Wembley, ambas perdidas frente al FC Barcelona bajo
las órdenes de Johan Cruyff. A su vez, resaltar el subcampeonato en la
Supercopa de Europa de 1990 frente al Milan AC de Arrigo Sacchi.
En
aquellas fechas, la liga italiana era considerada la más potente y pujante de
Europa, y por ende, del mundo. Si se repasan las plantillas de los grandes
equipos italianos de la época (Napoli, Milan AC, Inter de Milán o Juventus FC)
en sus plantillas sobresalían nombres mayúsculos tales como Maradona, Careca,
Van Basten, Gullit, Rijkaard, Brehme, Matthäus, Hassler o Baggio. Estamos
hablando, muy probablemente, de los mejores años del Calcio en cuanto a grandes
figuras jugando en el campeonato y a todo lo que conllevaba en su dimensión
internacional.
En
aquellla UC Sampdoria destacaron grandes jugadores como el guardameta Pagliuca,
los delanteros Vialli y Lombardo, así como Mancini, Vierchowod o Cerezo, los
cuales tuvieron un papel muy relevante durante la década de los 90.
Desde
1992, fecha en la que acabó la trayectoria de Boskov en la UC Sampdoria- aunque
volvería a entrenarla brevemente desde Noviembre de 1997 hasta Junio de 1998-
el equipo sólo ha conseguido una Copa de Italia, ganada en 1994.
Vujadin
Boskov obró un auténtico milagro liderando a una gran generación de jugadores
en la UC Sampdoria. Veremos si algún día el equipo genovés puede volver a reverdecer viejos laureles. ·
domingo, 9 de agosto de 2020
ENRIQUE CASTRO " QUINI "
miércoles, 5 de agosto de 2020
VARVARIDAD ( II )
Después
del confinamiento por el coronavirus, en la continuación de la competición de
la Liga, hemos asistido a la sucesión más surrealista y descarada de decisiones
tomadas desde el VAR, hasta el punto que forzosamente tendrá que haber un antes
y un después, o la tecnología VAR en España será muy cuestionada.
De
manera definitiva se rompió la línea apuntada por el presidente del Comité
Técnico de Árbitros, Carlos Velasco Carballo, cuando dijo que el VAR no debería
analizar jugadas grises. Ha sido un asalto a la honestidad en todas sus
variantes, pintando cada partido de un gris merengue inaudito.
Resulta
imposible asumir que una larga secuencia de jugadas dudosas, siempre se hayan
decantado a favor del Real Madrid, hasta el punto que situaciones prácticamente
idénticas, fueron interpretadas de manera diferente según el equipo al que
pudiesen beneficiar. Se ha entrado en la maniquea situación de rojo o negro, en
la que siempre sale ganando el mismo. Cada jugada, juzgada de manera individual,
es argumentada por los talibanes a sueldo, de un modo maquiavélico. Valga un
ejemplo:
O
bien la jugada es penalti porque como se puede observar, el contacto con el
brazo ha modificado la dirección del balón, o bien no se ha pitado penalti
porque como puede verse, ha sido una acción totalmente involuntaria. Y así, una
vez tras otra, en diferentes situaciones, a lo largo de las últimas once
jornadas de Liga.
Que
un árbitro emboscado en el VAR seleccione unas determinadas jugadas para
analizar, ignorando otras, a su criterio interpretativo, y que en esta
interesada selección se tomen, por parte del árbitro, decisiones que siempre
caen del mismo lado, es la evidencia de una injusticia planeada.
Cuando
la incidencia es absurdamente favorable a un determinado equipo, en una amplia
selección de jugadas, todas altamente dudosas, estamos ante una realidad
palmaria: esto no son errores, esto es cumplir objetivos.
No
me sirve de nada que el mencionado presidente del Cómite Técnico de Árbitros
expresara, el 23 de julio de 2020, que un
acierto manifiesto se convierte en crítica al VAR y lo convertimos en un
escándalo.
Su
afirmación es un claro sofisma, la negación del posible error en cualquier
circunstancia, pues ante una jugada dudosa el árbitro siempre acertará, se pite
una cosa u otra. Cualquier decisión tomada lleva implícita una alta dosis de
veracidad por la dificultad intrínseca de interpretar la incidencia juzgada.
En
definitiva, lo realmente escandaloso es que el conjunto de jugadas dudosas
siempre caiga del mismo lado. Esta es la idea esencial, la denuncia del global
de las decisiones tomadas, no tanto el análisis de una determinada jugada. Es
precisamente por la incerteza que conlleva el análisis de una jugada que el
árbitro está completamente liberado del error, ya que íntimamente es conocedor
del acierto de su decisión, sea la que sea.
Percutir
de manera insistente y desvergonzada en una misma dirección sin que los medios
de comunicación, salvo honrosas excepciones, hayan señalado esta infecta realidad,
es la señal evidente de que cuanto mayor acceso tenemos a la información, más
alejados estamos de la verdad.
Precisamente esto es lo que ha ocurrido en las últimas once jornadas de Liga, en la que la supuesta mejor liga del mundo, ha alcanzado el nivel propio de un país bananero, o de la España de décadas pasadas.
domingo, 2 de agosto de 2020
sábado, 1 de agosto de 2020
IFK GÖTEBORG: LA EXCEPCIÓN ESCANDINAVA
El
IFK Göteborg es el único club nórdico-escandinavo en la historia en haber
conseguido algún título de máximo nivel europeo, ya sea la Copa de
Europa-Champions League, Recopa de Europa o Copa de la UEFA-Europa League.
En
el caso que nos ocupa, destacan las dos Copas de la UEFA obtenidas en las
ediciones de 1982 y 1987, así como también las semifinales de la Copa de Europa
alcanzadas en 1986. Lo más asombroso de todo ello es que tales hazañas fueron
llevadas a cabo por una plantilla con el estatus de semiprofesional, es decir,
que se dedicaban al fútbol junto a otros oficios al mismo tiempo.
Así,
al repasar la trayectoria del IFK Göteborg, uno se percata que en el tramo de
tiempo que va desde 1982 hasta 1995 (fecha en la que se estableció la Ley
Bosman) configura la época más exitosa del club, tanto a nivel doméstico, con
una manifiesta superioridad en sus triunfos en la Liga sueca, como a nivel
continental.
Sin
embargo, es de justicia destacar el papel del Malmö FF, puesto que fue y sigue
siendo aún el primer y único club escandinavo en haber llegado lo más lejos
posible en competiciones internacionales: subcampeón de la Copa de Europa en
1979 perdiendo frente al Nottingham Forest de Brian Clough y, a la vez,
subcampeón de la Copa Intercontinental en 1979 al enfrentarse al Club Olimpia
de Asunción paraguayo.
En
el primero de los éxitos europeos del IFK Göteborg, en la edición de 1982 de la
Copa de la UEFA, el equipo sueco se impuso, de manera imprevista y con Sven
Göran Eriksson como técnico, al Hamburgo SV. Téngase en cuenta que el equipo
del norte de Alemania había ganado ya la Recopa de Europa en 1977 y en 1983 se
proclamaría campeón de Europa.
En
las sucesivas eliminatorias a lo largo de aquella edición los suecos apearon al
Sturm Graz, Dinamo de Bucarest, Valencia CF (campeón de la Recopa y Supercopa
de Europa en 1980) y Kaiserslautern respectivamente.
En
la edición del año 1987, con Gunter Bengtsson en el banquillo, fueron
eliminando sucesivamente al Brandemburgo, Gent, Inter de Milán y Tirol.
Se
impusieron en la final a doble partido al Dundee United escocés, que había sido
la otra gran sorpresa de la competición y había superado a Hajduk Split, FC
Barcelona (campeón de la Recopa de Europa en 1979 y 1982) y a Borussia
Mönchengladbach (campeón de la Copa de la UEFA en 1975 y 1979) en su
trayectoria hacia la final.
Para
poner un poco de contexto a la situación, recordar, por ejemplo, que el Real
Madrid CF había ganado las ediciones 1985 y 1986 de la Copa de la UEFA.
A
los mencionados triunfos que lucen en las vitrinas del IFK Göteborg, es
menester destacar asimismo las semifinales disputadas en la Copa de Europa en
su edición de 1986 contra el FC Barcelona.
Con
un 3-0 a favor de los suecos en el partido de ida, y con todo a su favor, en el
partido de vuelta el equipo catalán fue capaz de igualar la eliminatoria, con
tres goles marcados por Pichi Alonso, delantero que jugó de titular dado que
Steve Archibald estaba lesionado. La prórroga
mantendría
en el marcador el global de 3-3 y los suecos quedaron apeados al perder en la
tanda de penaltis en el Camp Nou.
Si
bien el mérito de la remontada realizada por el equipo catalán es indiscutible,
también es de justicia reconocer que el 3-0 de la vuelta fue un resultado
bastante engañoso según lo que se observó en el terreno de juego en ambos
partidos de la eliminatoria. Con todo, el FC Barcelona accedió a la final de
Sevilla sin haber sido superior al equipo sueco.
En
la misma competición, pero esta vez en la edición de 1992-93 con el primer
formato de Champions League de la historia, el IFK Göteborg destacó junto al
Glasgow Rangers, puesto que alcanzaron tanto el cuarto y el tercer lugar
respectivamente en la clasificación final.
En
conclusión, y sin atisbo de duda, parece inconcebible visto en retrospectiva
que un equipo semiprofesional como el IFK Göteborg de los 80’s pudiera llegar
tan exitosamente lejos a nivel europeo de clubes como lo hizo entre 1982 y
1993. ·
IFK GÖTEBORG
Campeón
Copa de la UEFA 1981-82
Semifinalista
Copa de Europa 1985-86
Campeón
Copa de la UEFA 1986-87
4º
clasificado Champions League 1992-93
UNA CENA MUY ORIGINAL
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