martes, 23 de agosto de 2022

BETTER CALL #MASALLADELGOL

He aprovechado el nombre de la serie Better Call Saul para poner título a mi artículo, una misiva dirigida a Xavi Hernández, entrenador del Fútbol Club Barcelona, poniendo a su disposición mi capacidad  e imaginación en la solución del sudoku futbolístico que tiene encima de la mesa.

No es la primera vez que este humilde heterónimo, discípulo del gran maestro Fernando Pessoa, y muy cercano en su modo de desenvolverse al picapleitos Saul Goodman, se dirige al FCB para ofrecerles algunas ideas complementarias al sofisticado juego practicado por el FCB.

Mi primer destinatario fue Andoni Zubizarreta cuando este era director deportivo del equipo azulgrana. Mandé un escrito por  correo electrónico, el 12 de enero de 2014, a una persona cercana a Zubizarreta en el seno del club, sin desvelar el contenido de mi propuesta, en lo que quería ser una toma de contacto de la que nunca recibí respuesta. Dudo mucho que Zubizarreta llegase a saber de mis intenciones por aportar alguna variante creativa al juego del FCB.

Años después, ante la evidencia de los hechos, aprovechando una relación de amistad de alguien que trabajaba en el FCB, conseguí ponerme en contacto por correo electrónico con Josep Segura, máximo responsable del área de fútbol profesional y de formación. Hubo un primer intercambio de correos en el que me dio permiso para que le enviara la propuesta, cosa que hice el 2 de agosto de 2017.

Nunca tuve una respuesta a la misma. Quizás la encontró atrevida en exceso para lo que es su concepto de juego, algo alejado de la pura filosofía Barça. O puede que la encontrase demasiado estúpida.

Lo cierto es que Josep Segura podría haber resuelto la cuestión con el clásico escrito evasivo y educado que se utiliza para las negativas edulcoradas, pero no se tomó la molestia de contestar. Por mi parte aparqué la cuestión, pues nunca he sido de los que van llamando a la puerta para que me dejen entrar.

Llegué a la conclusión de que en el FCB, como en casi todos los centros de poder, prevalece la endogamia, la titulitis y la arrogancia más desmedida.

Pero ante el momento especialmente crítico del FCB se me ha despertado un sentimiento de solidaridad interesada. Me gustaría aportar soluciones al juego del FCB pero he de advertir que en esta ocasión no sería a cambio de nada, sino con un quid pro quo que habría que determinar en el muy improbable caso de que contacten conmigo.

Xavi Hernández está tan imbuido por el manual de instrucciones heredado y tergiversado a lo largo de los años, que ahora mismo no es capaz de hacerse una simple y crucial pregunta: ¿qué no estoy viendo que tendría que ver?

Solo alguien de fuera, ni más listo ni más tonto, ajeno a tantos volúmenes que ensalzan una idea, puede percibir detalles que mejorarían el paradigma que, a fuerza de insistencia y de falta de renovación, corre el peligro de perderse por el sumidero, cuando con un par de aspirinas el enfermo volvería a su máximo nivel.

Estoy seguro que si Joan Laporta lee este artículo moverá cielo y tierra para ponerse en contacto conmigo. Es lo que tiene ser un optimista insensato. Aunque si mira algunos de los artículos del Blog podrá comprobar que en ocasiones le he atizado de manera inmisericorde. No obstante, no creo que Laporta sea rencoroso, no me da esta impresión.

Espero que si el azar y el destino conspiran para que haya contacto con Xavi Hernández o con Joan Laporta, estos no sean adeptos a la frase de Saul Goodman: algunas personas son inmunes a los buenos consejos.

 

martes, 16 de agosto de 2022

EL TODO O NADA

Después de quedarse uno estupefacto tras toda la desmesurada euforia que se vendió desde el entorno azulgrana el pasado mes de julio, con bailes y pancartas en Las Vegas incluidas, celebrando la victoria contra el Real Madrid como si fuera un título, siendo tan sólo el primer amistoso de la pretemporada, de pronto llegó la competición real y, tras el empate a cero contra el Rayo Vallecano, aparecieron las primeras dudas. Es lo que tiene una de las idiosincrasias del club: moverse permanentemente en la bipolaridad y la exageración.

Por increíble que parezca, dado que la institución viene de la mejor época en cuanto a títulos de toda su historia, el FCB vuelve a sentir, de alguna manera, lo que son las urgencias históricas, derivadas principalmente de las cinco Champions League en nueve años conquistadas por el Real Madrid, y especialmente la última, siendo Laporta presidente del Barcelona, algo que escuece particularmente y no había sucedido antes siendo él presidente.

A un nivel estrictamente futbolístico, será interesante analizar, desde un prisma azulgrana, la gestión de vestuario que será capaz de llevar a cabo Xavi y su staff técnico, en un momento en que el club se expone al mundo como una multinacional endeudada pero con potencial para vender activos, ejerciendo sin tapujos una presión laboral a millonarios a través de la compraventa de jugadores-mercancías para poder cuadrar así las cuentas.

Es lógico suponer que toda esta endiablada deriva no puede tener efectos positivos de ningún tipo a la hora de conjuntar y fortalecer el espíritu de unión en el seno de la plantilla. Demasiados frentes abiertos en contratos y rescisiones o modificaciones de los mismos que a buen seguro generan nocividad de algún tipo.

A nivel de las aportaciones tácticas, será interesante ver si el técnico de Terrassa demuestra que tiene un as en la manga para sorprender a los rivales y metamorfosear el estilo, o si,  por el contrario, se continuará con el abuso de recurrir a los extremos para que se centre al área a ver qué pasa.

En los siete meses de la pasada temporada en que Xavi estuvo de entrenador, se batieron los récords de centros al área así como de goles marcados de remate de cabeza. Algo perfectamente válido, sin duda,  pero que dista años luz de la matraca del estilo y del cruyffismo como idea creativa de plantear el fútbol.

A día de hoy, sería absurdo y precipitado querer sacar conclusiones, dado que la competición acaba de arrancar, y el margen de mejora podría darse. Sin embargo, en el caso que nos ocupa, hay que tener en cuenta que Xavi lleva ya diez meses ocupando el cargo de entrenador del FCB. Paradójicamente, no se ha intuido nada, aparte de la inteligencia, el toque de balón y calma suprema de Pedri, que pueda propulsar la dinámica de veloz toque excelso que hizo grande al FCB.

La idea clave será confirmar (o no) si el FCB es capaz de superar la tendencia a la horizontalidad que los rivales, al cerrar bien las líneas de pase, son capaces de crearle. Con Messi e Iniesta, muy distintos pero excelsos generadores de superación de rivales, era mucho más factible activar la peligrosa verticalidad cerca del área rival en busco del grial que es el gol.

Se intuye que, contrariamente a lo que debería ser, el FCB se encuentra rehén de unas expectativas muy altas, dado el desembolso en fichajes gracias a las ventas de activos, con el imperativo de ganar Liga o Champions para poder respirar tranquilo y rebajar las ansias y las urgencias. Se detecta una tendencia al estrés bastante marcada, y solamente Pedri parece capaz de brindar calma y creatividad al desarrollo del juego del equipo.

En lo relativo a la gestión, no se vislumbra que vaya a ver, a excepción del caso de Piqué, ningún cambio digno de ser destacado, puesto que los más veteranos siguen siendo (aún)  intocables.

En relación a Piqué, dadas las ilegales conversaciones que se publicaron acerca de sus trapicheos con Rubiales, se entiende que el FCB no quiera dispararse al pie: un Piqué titular en campo contrario, análisis balompédica aparte, sería un error en la medida que facilitaría la activación inmediata de la animadversión de las aficiones rivales hacia el equipo.

domingo, 7 de agosto de 2022

EL MEJOR JUGADOR DE LA HISTORIA ( II )

 Mi primer análisis de los cuatro jugadores que se disputan el reconocimiento oficioso de ser el mejor jugador de la historia se va a centrar en la figura de Johan Cruyff.

La eclosión del gran Ajax de Amsterdam con su fútbol total y su posterior aplicación en la Selección Holandesa, con la naranja mecánica, no pueden explicarse sin Cruyff como director de orquesta en el campo, siguiendo las directrices de Rinus Michels desde la temporada 65-66 hasta la 70-71 -al final de esta temporada el renombrado entrenador fichó por el FC Barcelona, en un intento del club catalán de importar el fútbol eléctrico que empezaba a asombrar al mundo-, y de la 71-72 hasta la 72-73, bajo la batuta de Stefan Kováks, quien fue capaz de mejorar el rendimiento del Ajax con aportaciones en la idea del fútbol total.

En síntesis, este nuevo fútbol consistía en un despliegue físico descomunal, con presión alta, posesión del balón, y jugadores cambiando de posición de continuo, sin que se perdiese por ello la disposición táctica, pues cuando un jugador ocupaba una nueva posición en el campo, enseguida había otro que se adueñaba del lugar que había quedado libre, en un carrusel de idas y venidas que atrapaban al contrario en una vorágine de la que era difícil salir.

Fue un cambio de paradigma en el mundo del fútbol que marcó una época de grandes éxitos, tanto de la Selección Holandesa -llegó a las finales de la Copa del Mundo, en 1974 y 1978, y aunque no las ganó su juego pasó a la posteridad- como del Ajax -tres Copas de Europa consecutivas-, en una hegemonía absoluta del club holandés que se truncó por el traspaso de Cruyff al FCB en la temporada 73-74.

La función de Cruyff en el Ajax y en la Selección consistía en organizar el juego de ataque, en dar el último pase o lanzar el balón en profundidad, acompasando la llegada veloz de un compañero al área en el justo punto para que el receptor no cayese en el fuera de juego. Si a eso le añadimos su gran capacidad para desbordar contrarios, con una aceleración descomunal y una técnica de regate muy eficaz, estamos ante un jugador casi imparable sin recurrir a un juego defensivo de alto voltaje, a artimañas de todo tipo, y a una violencia excedida.

Su filosofía de vida, más dada al goce de divertirse jugando al fútbol, le apartó del sufrimiento que todo gran campeón tiene que pasar para conseguir los máximos objetivos. Como consecuencia de ello no se exigió tanto a la hora de determinadas prácticas en los entrenamientos, ni tampoco buscó ser un héroe durante los partidos.

En mi opinión, Cruyff ha sido de los cuatro futbolistas que se disputan la corona, el más completo en cuanto a la organización del juego, uno de los más grandes en regate y velocidad, además de tener una personalidad de líder muy poderosa, aunque era demasiado inteligente para aplicarla de manera absoluta en un terreno de juego. Su forma de entender la vida le hizo jugar al fútbol con cierto relativismo en sus temporadas en España, o apartarse de la posible gloria en momentos en que de haber apostado por la competición, podría haber ampliado su leyenda.

Me estoy refiriendo a las temporadas siguientes a la 73-74 -en la que el FCB ganó la Liga después de catorce años de espera, en una prodigiosa exhibición que culminó con la victoria en el Santiago Bernabeu por 0-5, un éxito que insufló a los azulgrana una alegría desconocida- y a su renuncia a jugar con Holanda el Mundial de Argentina, en 1978.

Visto en perspectiva, su paso por el FCB frenó la trayectoria de Cruyff, no tanto porque decayesen sus cualidades, como por el irrespirable ambiente de los estadios españoles, con árbitros permisivos y una grada más dispuesta a jalear las entradas a Cruyff que a disfrutar de un jugador tan excelso.

Ante estas circunstancias, Cruyff se enrocó y solo dejaba ver algunas de sus perlas en el Camp Nou, más a salvo de una violencia desatada, con unos árbitros que castigaban más sus protestas que las alevosas faltas de los contrarios.

A partir de su segunda temporada en el FCB vio maniatada su capacidad de jugar y la posibilidad de vencer, pues el plan general de los estamentos oficiales y arbitrales fue el de limitar el talento de Cruyff, hasta el punto de impedir que los jugadores extranjeros jugasen la Copa del Generalísimo, norma que fue retirada en la temporada 77-78 -última temporada de Cruyff en el FCB-, y que fue ganada por el club catalán.

No obstante, su paso por el FCB fue trascendental para el futuro del club al dejar una semilla que con los años germinaría en los éxitos del equipo azulgrana, tanto con Cruyff como entrenador, como por su influencia en Rijkaard y Guardiola, en las siguientes etapas doradas del FCB.

No puedo decantarme por Cruyff como mejor jugador de la historia, a pesar de su magnífica trayectoria, por los argumentos ya apuntados, incidiendo esencialmente en que al no poner en riesgo su integridad como jugador ni su ética personal para la consecución de éxitos, puso cierta distancia ante el enorme coste de alcanzar la  magnificencia deportiva. En definitiva, no puso al fútbol en la cúspide de su trayectoria vital, no al menos a costa de infringir su concepto de vida.

Más adelante, como consecuencia lógica de su inteligencia aplicada al fútbol, fue capaz de aportar ideas y una filosofía de juego que me permiten afirmar que si bien Johan Cruyff no ha sido el mejor jugador de fútbol de la historia, sí que ha sido la personalidad más relevante e influyente del mundo del fútbol.

 

UNA CENA MUY ORIGINAL

Los integrantes de masalladelgol-colectivopessoa , seudónimos anónimos agazapados detrás de heterónimos invisibles, hemos llegado a la con...