Fue en el año 2001 cuando me acerqué al cine Verdi, en Barcelona, para ver el magnífico documental En Construcción. El contexto del mismo se desarrolla en el Barrio Chino de Barcelona, cuando previo desalojo y demolición de un inmueble, queda un solar donde los chicos jugaban al fútbol, en el que poco después se construye un edificio de viviendas. Peones, aprendices, albañiles, capataces y el jefe de obra construyen juntos el nuevo bloque de pisos, mientras que en el transcurrir diario, los variopintos personajes del popular barrio, mezclados con los obreros, aportan anécdotas, metafísica básica -el problema no es morir, el problema es esperar la muerte-, además de apuntar teorías económicas de supervivencia.
Me vino a la memoria este documental tras la derrota del FC Barcelona, en Montjuïc, contra el Girona FC, cuando Xavi Hernández declaró ante los medios de comunicación que el Barça está en construcción.
Tras la demolición del edificio que estaba construyendo Ronald Koeman, con un bajo presupuesto, utilizando materiales low cost -Mingueza, Yusuf Demir, Konrad de la Fuente, etc.- además de soportar el inmisericorde acoso del presidente del FCB, Joan Laporta; el arquitecto Xavi Hernández, aprovechó los cimientos que dejó el entrenador holandés -Gavi, Balde, Araujo y Pedri-, mientras con su libro de instrucciones bajo el brazo pretendía enseñar al mundo como levantar un edificio singular, una nueva versión del modernismo cruyffista tan incrustado en Barcelona.
Xavi Hernández lleva en el cargo de entrenador del FCB desde el 5 de noviembre de 2021. Que después de más de dos años tenga la desvergüenza o la falta de juicio, de decir que el FCB está en construcción, no es más que una manera subconsciente de reconocer su incompetencia.
A estas alturas, Joan Laporta ya sabe que se equivocó al fichar a Xavi Hernández y a su tropa -su hermano Óscar, un ojeador del Olot, y un preparador físico que lo fue del Real Ávila-, pues a día de hoy el FCB no ha evolucionado en su juego, y en cuanto a resultados solo ha conseguido una Supercopa de España, y de tres participaciones en la Champions League solo en una ha conseguido llevar al Barça hasta los octavos de final. El desastre de la Europa League contra el Eintracht Fráncfort es otro borrón en su insulsa trayectoria como entrenador.
Es probable que el entrenador del FCB sienta como suya la Liga ganada en la temporada 2022-23, aunque si leyese el Blog ya se habría enterado que fue una Liga pactada en tiempos de la Covid-19, y que por tanto, todo lo que ocurrió la temporada pasada y en dos de las tres anteriores, no fue más que una mascarada.
A pesar de los poderosos cimientos que heredó Xavi Hernández, más los fichajes de jugadores de categoría -Lewandowsky, Raphina, Gündogan, Koundé, etc.-, el FCB sigue en construcción, mientras que el Girona, entrenado por Míchel, que llegó al club en el mes de julio de 2021, -unos meses antes que Xavi Hernández al FCB-, con el Girona FC en Segunda División, ha formado un equipo plenamente consolidado, confeccionado con retales y descartes de otros equipos: Eric García está cedido por el FCB, un jugador que jugaba poco con los azulgranas; David López, de treinta y cuatro años, llegó al Girona FC hace dos temporadas, procedente del RCD Espanyol, central titular con los pericos en la temporada 2019-2020, con el descenso a Segunda División; Daley Blind, de treinta y tres años, un jugador venido a menos antes de recalar en el Girona, fichaje de invierno del Bayern, en el que solo jugó en cuatro partidos; por no hablar de los fichajes arrancados a equipos de segunda línea, en una labor de zapa muy meritoria por parte del Girona FC. Se puede afirmar que Míchel tiene claro a lo que quiere jugar, con el añadido de saber comunicarlo y exigirlo a sus jugadores, además de ser capaz de sacar de cada uno de ellos el potencial que le intuye, más allá del que haya mostrado hasta el momento de caer en sus manos.
Girona FC al margen, ver jugar a la UD Las Palmas, entrenada por García Pimienta -debería haber tenido la oportunidad de suceder a Koeman-, es una lección de lo que es formar un equipo, tanto como concepto de juego como por compromiso y exigencia. Por no hablar de la Real Sociedad de Imanol Alguacil, un equipo que juega un fútbol de muy alto nivel. Son comparaciones que demuestran sin paliativos que en la Liga hay entrenadores más preparados que Xavi Hernández, por no citar al gran Ancelotti y a los eficientes Pellegrini y Valverde.
El FCB tiene una excelente plantilla, capacitada para competir en todos los campos y ante cualquier equipo. No obstante, en su puesta en escena, en demasiadas ocasiones se plasma un acomodamiento excesivo, una ausencia de compromiso global acentuado por comportamientos erráticos, todo ello auspiciado por la personalidad de Xavi Hernández, una mezcla de niño repelente al que se le perdona todo por ser de buena cuna, y de alguien que pone por delante un nepotismo corrosivo, aceptando las recomendaciones que vengan de arriba, no vaya a ser que el ínclito Jorge Mendes se vaya a enfadar.
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