martes, 28 de junio de 2022

VELOCIDAD Y MOVILIDAD

Según lo que se va publicando en la prensa deportiva barcelonesa, el FCB estaría muy interesado en hacerse con los servicios de Lewandowsky, goleador polaco de calidad contrastada, en su día ofrecido al Barça por parte de Bakero, cuando entrenaba en Polonia.

Si bien la calidad y el olfato goleador del artillero polaco están fuera de discusión, es menester preguntarse, en primer lugar, a qué coste económico le saldría la operación al club, más teniendo en cuenta la edad del delantero -en agosto cumplirá 34 años- y si, en segundo lugar, las características de Lewandowsky encajan con el perfil de juego ofensivo y combinativo del FCB.

Desde un prisma del coste del fichaje, presuponiendo que el Bayern de Múnich no facilitará las negociaciones y dada la precaria realidad económica del club, la operación en principio no sería la más idónea, dado que hay otras posiciones en el campo que necesitan imperiosamente nuevos perfiles de jugador. Además, el hipotético fichaje de Lewandowsky no podría considerarse una apuesta a largo plazo.

El único sentido que se vislumbra del posible fichaje del jugador polaco se explica más bien por la imperiosa necesidad que tiene el club de poner un gran nombre del fútbol actual sobre la mesa, y poder codearse en este sentido con otros grandes clubes, y venderlo a bombo y platillo para subir la dañada autoestima colectiva.

Es lógico, por otro lado, que Lewandowsky quiera sentirse protagonista en una liga nueva y en un club necesitado de líderes y referentes, y busque un gran desafío al final de su carrera.

Aún así, teniendo el FCB en su plantilla a Aubameyang -es un año más joven que Lewandowsky- el cual ha dado un más que notable rendimiento desde su fichaje en enero de este año, no en vano fue el máximo artillero de la plantilla con 13 goles, empatado con Memphis- parecería sensato, dependiendo del coste de la operación Lewandowsky,  seguir confiando en los servicios del móvil delantero gabonés.

Precisamente la cuestión de la movilidad es un argumento que añade dudas sobre la conveniencia de fichar a Lewandowsky. Si bien hay que destacar que dentro de un perfil de nueve clásico, el polaco tendría una versatilidad mayor que la media, habría que valorar si el sistema de juego del FCB con Xavi a los mandos, dada su tendencia más inclinada a la posesión y la horizontalidad, generaría el efecto embudo, limitador de las combinaciones dentro del área y facilitador del cierre defensivo del contrincante, dificultando la creatividad ofensiva, dados los espacios reducidos que el efecto implica.

Haciendo un ejercicio de retrospectiva de los últimos veinte años, los nueves titulares de perfil estático que han formado parte del FCB han sido Kluivert, Ibrahimovic y Suárez. Un primer dato que sorprende es el siguiente: a nivel de Champions League, se contabiliza tan solo una teniendo de referencia a un nueve estático. Concretamente en la temporada 2014-15, con la tardía llegada de Suárez, el cual cuajó un rendimiento sobresaliente, junto con Messi y Neymar, bajo la batuta de Luis Enrique, que imprimió de más verticalidad el juego ofensivo, lo que no es un detalle menor. Posteriormente, el jugador uruguayo estuvo la friolera de cinco temporadas sin marcar un solo gol fuera de casa en la máxima competición europea.

En suma, y en base a lo acontecido con los delanteros centros de perfil estático, no parece una idea del todo certera, en aras de la movilidad del juego ofensivo, apostarlo todo por Lewandowsky. Más teniendo en la plantilla a Aubameyang y a Ansu Fati, dos perfiles distintos de delanteros que ofrecen mayores posibilidades en cuanto a movilidad y velocidad se refiere.

Un estilo dinámico, proactivo, de toque y combinación del balón vive del movimiento constante, de la capacidad de aprovechar los espacios creados, los cuales ofrecen el vacío para el remate en llegada. 

 

jueves, 16 de junio de 2022

LLEGA UN JINETE LIBRE Y SALVAJE

 No se me ocurre una frase mejor que el título de la película dirigida por Alan J. Pakula, del año 1978, para definir la eclosión de Gavi, el jugador del FC Barcelona, un chaval que terminará la temporada sin haber cumplido los dieciocho años.

Uno ha visto jugadores de esta edad con un talento descomunal, valga como ejemplo el de Leo Messi, pero jamás ninguno con este afán competitivo que muestra Gavi. Me estoy refiriendo a una capacidad de lucha indecible, enfrentándose físicamente a hombres hechos y derechos, que le sacan un palmo, a los que a menudo somete con una valentía y un potencial físico impropios de su edad.

En este apartado concreto tiene similitudes con Cucurella, el jugador del Brighton, que curiosamente también perteneció a la cantera del FCB, y que fue despreciado por los entendidos en la materia del club catalán, quedándose en su lugar a Miranda. No era necesario corroborarlo, pero el paso del tiempo ha demostrado que fue una decisión incomprensible.

El debut de Gavi con el FCB bajo las órdenes de Ronald Koeman se produjo el 29 de agosto de 2021, en la tercera jornada de la Liga, en un FCB-Getafe, con diecisiete años recién cumplidos, sustituyendo a Sergi Roberto. Hago mención de este detalle porque la comparación entre ambos jugadores es tan abismal en todos los aspectos del juego, que utilizando un oxímoron se define la talla de uno y otro: valiente cobarde.

Pocas semanas después de debutar en la Liga, Luis Enrique lo convocó con la Selección Española absoluta, debutando el 6 de octubre en las semifinales de la Liga de Naciones de la UEFA, en Milán, contra Italia. No se puede negar el atrevimiento y el acierto del seleccionador, haciendo jugar de titular a un chaval recién llegado al mundo del fútbol profesional en un partido importante.

Con la destitución de Koeman y la llegada de Xavi Hernández, con su libro gordo de Petete aplicado al fútbol, la creatividad de Gavi se ha visto amputada en su faceta más coral y dinámica. Porque si bien Gavi tiene un buen regate, un estimable primer toque, un cambio de ritmo excelente, un giro de ciento ochenta grados muy efectivo, una gran concentración, la capacidad de salir bien librado en los espacios reducidos, y la mencionada intensidad, llevada a un extremo  poco habitual; además de todo eso, Gavi tiene algo extraordinario que lo encumbra a lo más alto: una lectura constante del juego para ocupar la mejor posición en el campo en cada momento.

Atendiendo a esta capacidad de entender lo que necesita el partido, las limitaciones tácticas impuestas por Xavi restan potencial a Gavi, pues lo  sustrae de una libertad creativa, que exigiendo un descomunal esfuerzo físico, crea el caos entre las filas contrarias.

Si hay alguien alejado del desconcierto planificado, de la anarquía inteligente, este es Xavi, incapaz de comprender que el juego tan pautado y estático del FCB es una burda parodia de lo que instauró Johan Cruyff.

Luis Enrique, en cambio, fiel a la escuela blaugrana, pero también leal a sí mismo -en una proyección de lo que fue su manera de jugar- ha conseguido cierta simbiosis entre ambas concepciones, tanto en el Barça como ahora en la Selección, permitiendo que al control del partido por la posesión del balón, se le aplique una versión más desordenada y vigorosa, que con los riesgos que ello implica, parte con la ventaja  de saber convivir mejor con el desorden que crea uno mismo. Es un cara/cruz constante que al margen de resultados, deja la sensación de haber jugado un partido emocionante que se merecía ganar/no perder.

El punto débil de Luis Enrique es que persiste en demasía en sus errores, pues incide en decisiones que son equivocadas más veces de las debidas. Está bien apostar por algo, pero si sale mal, hay que exigir la capacidad de darse cuenta de ello. Valga el ejemplo de Eric García y su obstinación en ponerlo de central, cuando es un coladero y una auténtica madre para cualquier delantero. No me vale que su salida de balón sea muy buena si a cambio no cumple con un mínimo de seguridad defensiva.

Siempre me ha gustado fabular con el fútbol, imaginando equipos con diez jugadores idénticos y un portero. Por ejemplo diez Romarios y un Courtois. Es curioso, pero un jugador tan excelente como el brasileño, conformaría un equipo muy poco competitivo. Si pudiese configurar con jugadores actuales los tres mejores equipos de jugadores clonados, mi ranking  sería el siguiente: Messi, Mbappé y Gavi.

Hasta este punto valoro a Gavi: por su enorme capacidad para la lucha y por su extraordinaria capacidad para leer el partido. Creo que muchos equipos rivales terminarían exhaustos y medio locos después de jugar contra diez Gavis.

Para terminar me permito un consejo para este jinete libre y salvaje: que se marche del FCB, y si puede elegir destino que elija el Manchester United, no tanto por el equipo en sí, sino por su nuevo entrenador, el neerlandés Erik ten Hag, el más capacitado para canalizar la energía estratégica de Gavi, en un proyecto que tendrá como imagen el Ajax de la temporada 2018-2019, del que fue su gran autor.

 

sábado, 11 de junio de 2022

LA ÚLTIMA DÉCADA

A resultas de la victoria del Real Madrid frente al Liverpool FC en la final de la Champions, muchas voces han manifestado que el transcurso hacia la decimocuarta ha sido inmerecido, dado que, en ninguna de las eliminatorias previas disputadas, el Real Madrid se impuso en el dominio del juego.

Según mi parecer, es una afirmación válida, dado que se han dado situaciones inverosímiles, pero tan sólo a nivel parcial del análisis. Es muy cierto que, si se tiene que valorar el juego ofrecido por el Real Madrid en esta edición de la Champions League, el equipo blanco no ha impuesto un claro y evidente dominio del juego, si se entiende por esto una idea indiscutible de sentirse protagonista con el balón. Pero el Real Madrid es un equipo sin estilo, y mucho más italiano en su praxis de lo que se suele recordar.

Si es cierta la fórmula que a más posesión, a priori más posibilidades de salir victorioso en el embate (pues en teoría deben generarse más ocasiones de gol, se juega más tiempo en campo contrario, etc.) habría que matizar que tal hecho es mucho más evidente en una competición de formato liguero, donde prima la regularidad, que en uno de formato copero y  eliminatorio, en el cual se dan todo tipo de circunstancias durante los ciento ochenta minutos de eliminatoria más la hipotética prórroga, situaciones en las que el factor emotivo y mental toma un rol protagonista absolutamente crucial.

Así, y aun siendo correcto afirmar que el Real Madrid no ha sido ni dominante ni protagonista en ninguna de las eliminatorias, como tampoco en la final, no es correcto obviar un elemento decisivo para poder dar sentido lógico a lo acontecido: la eficacia en las áreas.

Es ahí donde a mi entender reside la clave principal para poder explicar por qué el Real Madrid ha salido victorioso. Tanto en la portería, con un Courtois estratosférico, como en la delantera, con un Benzema que ha goleado en una ratio fuera de lo común, nadie ha sido mejor ni más eficaz que el equipo blanco. En este sentido, es pertinente cuestionarse lo siguiente: ¿cuántas ocasiones necesita generar un equipo, pongamos por caso el Manchester City, para que estas se plasmen en goles?

En relación a lo expuesto, es interesante hacer una retrospectiva de lo acontecido en la última década, y analizar las finales disputadas por el club madrileño.

Por un lado, destacan dos datos muy relevantes. El Real Madrid ha disputado un total de 20 finales desde la temporada 2011-12, y ha ganado un total de 17. Lo que indica que es un equipo muy fiable en el contexto de afrontar partidos decisivos.

Son cinco finales de Champions (2014,2016,2017,2018 y 2022), cuatro Mundiales de clubes (2014,2016,2017,2018), cuatro Supercopas UEFA (2014,2016,2017 y 2018), 2 finales de Copa del Rey (2013 y 2014) y cinco finales de Supercopa de España (2012, 2014, 2017, 2020 y 2022).

Hay un dato que destaca muy por encima de cualquier otro, y es que el Atlético de Madrid ha sido el único equipo capaz de ganarle tres finales a la escuadra madridista en la última década, a diferencia de otros grandes equipos, tales como FC Barcelona, Juventus, Liverpool FC, Sevilla FC, etc.

En suma, y a falta de analizar más profundamente en un próximo artículo las estadísticas ofrecidas tanto por la UEFA como de La Liga para la temporada 2021-22, que a buen seguro ofrecerán interesantes datos y quizás confirmen, o refuten, los argumentos que se están planteando, se puede afirmar que el Real Madrid se desenvuelve a las mil maravillas en contextos donde el factor mental se manifiesta en toda su intensidad -formatos coperos y/o finales-.

En segundo lugar, el equipo blanco ha dado muestra de una superioridad incuestionable, pero también muy improbable, en cuanto a eficacia en las áreas se refiere. En este sentido, Courtois ha sido el guardameta que ha realizado más paradas en toda la Champions, con un total de 61, seguido por Rulli, con 41. Y en el ámbito goleador, Benzema se ha erigido como el máximo artillero de la edición 2021-22 de la Champions, con 15 goles en 23 disparos a puerta.

Por último, y tomando como referencia la última década, el Real Madrid suele imponerse en un 85% de las finales que disputa, siendo el Atlético de Madrid el único club capaz de haberse impuesto en tres finales ( Copa del Rey de 2013, en el adiós de Mourinho, Supercopa de España en 2014, siendo Ancelotti el nuevo entrenador, y la Supercopa de Europa de 2018, con Lopetegui como técnico).

En contraposición, sorprende el siguiente dato: el FC Barcelona, desde 2012 en adelante, se ha enfrentado contra el Real Madrid en tres finales, y en ninguna de ellas ha salido victorioso (Supercopa de España 2012, con Vilanova de técnico, Copa del Rey 2014, con Martino de entrenador, y Supercopa de España en 2017, en el debut de Valverde en el banquillo.) En esta misma temporada, en las semifinales de la Supercopa de España en el mes de enero, ya con Xavi en el banquillo, el FC Barcelona también sucumbió frente al club madridista.

 

UNA CENA MUY ORIGINAL

Los integrantes de masalladelgol-colectivopessoa , seudónimos anónimos agazapados detrás de heterónimos invisibles, hemos llegado a la con...