sábado, 11 de junio de 2022

LA ÚLTIMA DÉCADA

A resultas de la victoria del Real Madrid frente al Liverpool FC en la final de la Champions, muchas voces han manifestado que el transcurso hacia la decimocuarta ha sido inmerecido, dado que, en ninguna de las eliminatorias previas disputadas, el Real Madrid se impuso en el dominio del juego.

Según mi parecer, es una afirmación válida, dado que se han dado situaciones inverosímiles, pero tan sólo a nivel parcial del análisis. Es muy cierto que, si se tiene que valorar el juego ofrecido por el Real Madrid en esta edición de la Champions League, el equipo blanco no ha impuesto un claro y evidente dominio del juego, si se entiende por esto una idea indiscutible de sentirse protagonista con el balón. Pero el Real Madrid es un equipo sin estilo, y mucho más italiano en su praxis de lo que se suele recordar.

Si es cierta la fórmula que a más posesión, a priori más posibilidades de salir victorioso en el embate (pues en teoría deben generarse más ocasiones de gol, se juega más tiempo en campo contrario, etc.) habría que matizar que tal hecho es mucho más evidente en una competición de formato liguero, donde prima la regularidad, que en uno de formato copero y  eliminatorio, en el cual se dan todo tipo de circunstancias durante los ciento ochenta minutos de eliminatoria más la hipotética prórroga, situaciones en las que el factor emotivo y mental toma un rol protagonista absolutamente crucial.

Así, y aun siendo correcto afirmar que el Real Madrid no ha sido ni dominante ni protagonista en ninguna de las eliminatorias, como tampoco en la final, no es correcto obviar un elemento decisivo para poder dar sentido lógico a lo acontecido: la eficacia en las áreas.

Es ahí donde a mi entender reside la clave principal para poder explicar por qué el Real Madrid ha salido victorioso. Tanto en la portería, con un Courtois estratosférico, como en la delantera, con un Benzema que ha goleado en una ratio fuera de lo común, nadie ha sido mejor ni más eficaz que el equipo blanco. En este sentido, es pertinente cuestionarse lo siguiente: ¿cuántas ocasiones necesita generar un equipo, pongamos por caso el Manchester City, para que estas se plasmen en goles?

En relación a lo expuesto, es interesante hacer una retrospectiva de lo acontecido en la última década, y analizar las finales disputadas por el club madrileño.

Por un lado, destacan dos datos muy relevantes. El Real Madrid ha disputado un total de 20 finales desde la temporada 2011-12, y ha ganado un total de 17. Lo que indica que es un equipo muy fiable en el contexto de afrontar partidos decisivos.

Son cinco finales de Champions (2014,2016,2017,2018 y 2022), cuatro Mundiales de clubes (2014,2016,2017,2018), cuatro Supercopas UEFA (2014,2016,2017 y 2018), 2 finales de Copa del Rey (2013 y 2014) y cinco finales de Supercopa de España (2012, 2014, 2017, 2020 y 2022).

Hay un dato que destaca muy por encima de cualquier otro, y es que el Atlético de Madrid ha sido el único equipo capaz de ganarle tres finales a la escuadra madridista en la última década, a diferencia de otros grandes equipos, tales como FC Barcelona, Juventus, Liverpool FC, Sevilla FC, etc.

En suma, y a falta de analizar más profundamente en un próximo artículo las estadísticas ofrecidas tanto por la UEFA como de La Liga para la temporada 2021-22, que a buen seguro ofrecerán interesantes datos y quizás confirmen, o refuten, los argumentos que se están planteando, se puede afirmar que el Real Madrid se desenvuelve a las mil maravillas en contextos donde el factor mental se manifiesta en toda su intensidad -formatos coperos y/o finales-.

En segundo lugar, el equipo blanco ha dado muestra de una superioridad incuestionable, pero también muy improbable, en cuanto a eficacia en las áreas se refiere. En este sentido, Courtois ha sido el guardameta que ha realizado más paradas en toda la Champions, con un total de 61, seguido por Rulli, con 41. Y en el ámbito goleador, Benzema se ha erigido como el máximo artillero de la edición 2021-22 de la Champions, con 15 goles en 23 disparos a puerta.

Por último, y tomando como referencia la última década, el Real Madrid suele imponerse en un 85% de las finales que disputa, siendo el Atlético de Madrid el único club capaz de haberse impuesto en tres finales ( Copa del Rey de 2013, en el adiós de Mourinho, Supercopa de España en 2014, siendo Ancelotti el nuevo entrenador, y la Supercopa de Europa de 2018, con Lopetegui como técnico).

En contraposición, sorprende el siguiente dato: el FC Barcelona, desde 2012 en adelante, se ha enfrentado contra el Real Madrid en tres finales, y en ninguna de ellas ha salido victorioso (Supercopa de España 2012, con Vilanova de técnico, Copa del Rey 2014, con Martino de entrenador, y Supercopa de España en 2017, en el debut de Valverde en el banquillo.) En esta misma temporada, en las semifinales de la Supercopa de España en el mes de enero, ya con Xavi en el banquillo, el FC Barcelona también sucumbió frente al club madridista.

 

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