jueves, 28 de enero de 2021

EL PROFESOR TORNASOL

Uno de los personajes más divertidos del universo Hergé es Silvestre Tornasol, el científico despistado que a causa de su sordera vive inmerso en un mundo propio, desencadenando situaciones hilarantes en muchas de sus apariciones.

El joven Ronald Koeman era la copia física más parecida a Tintín que uno se pueda imaginar, y ahora, en su madurez,  serviría de modelo a Hergé para dibujar un Tintín de más de cincuenta años.

No obstante, quizás por tantas lecturas de Las aventuras de Tintín, en demasiadas ocasiones Ronald Koeman se transmuta en el profesor Tornasol, pues algunos de sus decisiones e inventos resultan tan inverosímiles como los del absurdo personaje.

Hay que ser objetivo y reconocer los aciertos que ha tenido Koeman en su dirección del FC Barcelona: una mejoría evidente de De Jong, una buena relación con Messi, la recuperación incipiente de Umtiti, la aparición de un Araújo imperial, el trabajo esforzado y cumplidor de Mingueza, un aire más entonado de Dembélé y la apuesta por un Pedri que apunta a futbolista excepcional.

Dicho esto pondré la lupa en sus dos grandes errores: su insistencia en alinear a Junior Firpo y Trincao, alineaciones que al margen de razones de club -intento desesperado por revalorizar una inversión millonaria que se perderá por el desagüe- rozan la obnubilación.

Refiriéndonos al partido del FC Barcelona con el Rayo Vallecano, Koeman debería haberlos cambiado en la media parte del partido, pues en su obstinación para que iniciasen la segunda parte puso en riesgo la eliminatoria.

Si bien Junior Firpo y Trincao no aportan casi nada, esto no es lo peor. Lo nefasto en ellos es la sucesión continua de jugadas que ponen en peligro la estructura del equipo, errores de todo tipo, tan previsibles como constantes.

Pagar dieciocho millones más doce en variables por Junior Cirpo, teniendo la oportunidad de contar con un jugador de la cantera del Barça, como  el estajanovista Cucurella, es la constatación de un cretinismo escondido en algún despacho del club. Puedo reconocerle algún mérito, como el de estar siempre cerca de la pelota a lo largo de toda la banda izquierda. El problema es que una cosa es estar cerca y otra jugarla con criterio. De eso carece en demasía.

En cuanto a Trincao, dueño de un apellido que ya apuntaba con claridad lo que podía ocurrir, que vino de la mano del representante Jorge Mendes con un coste de treinta y un millones de euros, y que poco después de fichar por el Barça fue elegido como mejor jugador de Europa sub-23, es el clásico jugador que sin estar exento de calidad, la desperdicia por sus constantes dudas a la hora de enfocar cualquier jugada. Está más cerca de ser un peligro para su equipo que otra cosa.

Por su juventud puede esperarse de él un mejor aprendizaje y por tanto, la corrección de algunas de sus indecisiones, pero mi pronóstico es que estamos ante un jugador con el síndrome Vítor Baía: incapacidad de rendir por el peso de la camiseta o por su complejo de inferioridad ante sus compañeros de vestuario.

Recuperar la inversión de estos dos jugadores será muy difícil. Quizás con Trincao, Jorge Mendes sea capaz de revenderlo a algún club con pocas luces y recuperar la diferencia entre el precio de su fichaje y su amortización, pero lo más adecuado sería ceder a ambos futbolistas en este mercado de invierno para ver si en otro lugar, con menos responsabilidad y exigencia, encuentran un hábitat más adecuado a sus posibilidades.

Solo así, con un mejor rendimiento de estos dos futbolistas en equipos menos complicados en su juego, podría el FC Barcelona recuperar una parte importante del dinero invertido. De no tomarse esta decisión se perderá más del setenta por ciento de la inversión realizada.

En El asunto Tornasol, un alto dignatario del ejército bordurio, efectúa una demostración de la fuerza destructora del invento del profesor daliniano, al tiempo que comenta: observen como tiemblan sobre sus cimientos los orgullosos edificios, cómo se agrietan y tambalean para desplomarse entre el polvo.

Es un párrafo que Koeman haría bien en interiorizar para evitar la voladura de su proyecto. Dos artefactos explosivos son suficientes para enviar toda una construcción al infierno.

 

lunes, 25 de enero de 2021

ALOISIO PIRES EN EL BARÇA

La figura de Aloisio (1963) nos remonta a finales de la década de los 80, con la llegada de Johan Cruyff al FC Barcelona, concretamente en verano de 1988.

El jugador brasileño se incorporó a la disciplina del club catalán para jugar en la posición de central, avalado por su buen rendimiento en las filas del Internacional de Porto Alegre, especialmente valorado por su buena salida y trato del balón, destacando también por su capacidad y seguridad en el dominio del juego aéreo.

En la primera temporada del nuevo proyecto iniciado por Cruyff, Gary Lineker y Aloisio fueron los dos extranjeros en nómina para la primera plantilla, si bien durante tres meses el delantero paraguayo Romerito, quien había coincidido con Cruyff en la Liga de fútbol estadounidense, formó parte de la misma.

Por lo que respecta a Aloisio, disputó un total de 48 partidos con el FC Barcelona y, en sus dos temporadas en el club, conquistó una Recopa de Europa en 1989 y una Copa del Rey en 1990, saliendo en el once titular en ambas finales.

Tras su paso por el equipo azulgrana, ficharía por el FC Porto y en las filas del club blanquiazul viviría sus mejores años como profesional, deviniendo una auténtica leyenda.

Durante 11 temporadas seguidas, liderando la defensa del FC Porto, ganaría 7 Ligas portuguesas, 5 Taças de Portugal y 9 Supercopas. Se retiraría en el año 2001 y es el jugador extranjero con más partidos disputados en la historia del equipo luso.

A nivel de competiciones europeas de clubes, además de la mencionada Recopa de 1989, en el currículum de Aloisio destacan las semifinales jugadas en terreno catalán que enfrentaron a partido único al FC Porto contra el FC Barcelona en 1994, con clara victoria azulgrana por 3-0. Con Vitor Baía de guardameta titular, y Bobby Robson dirigiendo el banquillo portugués, el encuentro es recordado por el gran gol logrado desde fuera del área por Ronald Koeman, en lo que fue la antesala de la debacle de Atenas sufrida por el equipo culé frente al AC Milan de Capello.

Por último, importante subrayar que a nivel internacional Aloisio fue Campeón del Mundo sub-20 en 1983 con Brasil y que en 1988 consiguió la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl, compartiendo equipo con nombres de la talla de Romario, Careca, Bebeto o Taffarel, siendo la URSS la ganadora de la medalla de oro en aquellos Juegos Olímpicos.

jueves, 21 de enero de 2021

MESTALLA (1923)

Una promotora valenciana comprará el terciario de Mestalla por 25 millones  | Comunidad Valenciana 

                                                  Capacidad: 55.000 espectadores

                                                   Valencia CF (1919)

lunes, 18 de enero de 2021

KOEMAN EN SU LABERINTO

El título del artículo tiene su inspiración en la novela de Gabriel García Márquez, El general en su laberinto. La novela narra la tortuosa vida de Simón Bolívar, dejando a un lado los panegíricos, nutriéndose de un magma cuyos residuos solo ofrecen desesperanza, enfermedad y muerte.

Koeman ya sabe que está de nuevo en una situación crítica. La final de la Supercopa de España, sin ser un título trascendental en sí mismo, tenía para el Barça el mismo valor que un tronco para un náufrago: la posibilidad de mantenerse con vida unos días más.

Perderla del modo como ha ocurrido, después de haber jugado dos partidos con prórroga, con el gran desgaste físico que supone, con la expulsión de Messi -un modo inconsciente de decirnos que se marchará del Barça-, regalando al Athletic una oportunidad de empatar el partido en el último minuto por una falta absurda y muy rigurosa, por todo esto y mucho más, vuelve al Barça a la casilla de salida.

Ganar la Supercopa habría significado reventar una pared del laberinto físico, un modo de encontrar una salida de urgencia; perderla implica haber entrado en un laberinto cerebral del que es mucho más complicado salir.

Koeman, al llegar al FC Barcelona, se encontró con un barco herrumbroso y a la deriva. Echando mano de trucos de prestidigitador poco aventajado, aunque siempre resultan útiles, y aprovechando materiales que parecían inservibles, consiguió tapar casi todas las fugas de agua. No han faltado temporales que han estado a punto de mandar la nave al abismo, pero durante unas pocas semanas Koeman, aferrado al timón, consiguió encontrar mares más tranquilos, avanzando millas náuticas a buen ritmo.

La derrota en la final de la Supercopa de España ha dejado a Koeman en un desconcierto desolador. Le han removido el puzle de diez mil piezas, dejando reconocible solo una esquina del mismo, y ya siente que el cansancio y el desánimo se apoderan de su entereza.

Quiere mostrar calma, pero esta imbuido de un desasosiego voraz. Íntimamente sabe que la fortuna no solo le ha dado la espalda -en forma de graves lesiones de jugadores importantes, de errores inexplicables de jugadores que han costado muchos puntos, de decisiones arbitrales que parecen tener la mala idea de hacer zozobrar el barco, etc.-, sino que se ha aliado con una pareja de fuerzas invisibles que parece que esta vez están de acuerdo en algo: mandar a Koeman a la zona más abisal del océano.

El azar y el destino nos preparan tumbas donde menos lo esperamos. Nunca se puede descartar nada. Si algún lector bondadoso y justo quiere ayudar a Koeman, bien haría en rezar para que Cornellá no sea el tanatorio donde unos y otros se dan la mano y se abrazan, para media hora después haber olvidado la valentía y el amor que Koeman demostró por el FC Barcelona al aceptar una oferta envenenada.

Los últimos párrafos de la novela El general en su laberinto expresan que vio por la ventana el diamante de Venus en el cielo que se iba para siempre, las nieves eternas, la enredadera nueva cuyas campánulas amarillas no vería florecer el sábado siguiente en la casa cerrada por el duelo, los últimos fulgores de la vida que nunca más, por los siglos de los siglos, volvería a repetirse.

Amén.


UNA CENA MUY ORIGINAL

Los integrantes de masalladelgol-colectivopessoa , seudónimos anónimos agazapados detrás de heterónimos invisibles, hemos llegado a la con...