COMPARATIVA DE ÉXITOS DESDE 1997

La edición de 1992 fue la última edición bajo denominación de Copa de Europa, y enfrentó a la final a la Sampdoria y al FC Barcelona. La peculiaridad fue que, por primera vez en la historia de la competición, se llevaron a cabo unos reajustes que ya anticipaban los cambios que estaban por llegar. La disputaban exclusivamente los campeones de Liga, pero no en formato eliminatorio desde el inicio hasta el final, como había sido la tónica desde su fundación. Después de dos eliminatorias, se diseñó una fase de liguilla en dos grupos, y los primeros clasificados de cada uno de ellos accedieron a la mítica final de Wembley.

La Liga de Campeones echó a andar en 1993, cuando se consolidó el formato de la fase de grupos en detrimento de la fase eliminatoria, siendo los dos primeros clasificados los equipos que accederían a la final, que enfrentaría al Milan con el Marsella.

A partir de 1997, se decidió que empezaran a participar también los clubes subcampeones de liga y, de 1999 en adelante,  los clasificados hasta el cuarto puesto, dependiendo del coeficiente UEFA de cada liga, tendrían a la vez acceso a la disputa de la máxima competición internacional de clubes.

Viene todo esto a colación para contextualizar mínimamente la trayectoria de dos de los grandes clubes de Europa, el Real Madrid y el FC Barcelona, tanto a nivel de victorias en la competición continental, como también para analizar el acceso a la misma y las temporadas previas a nivel liguero, así como los títulos cosechados en la misma temporada que alcanzarían el cetro continental.

Por un lado, y por lo que respecta al club blanco, sobresalen las 8 Champions Leagues conquistadas desde 1997, con polémicas arbitrales en varias de ellas, en las ediciones de 1998, 2000, 2002, 2014, 2016, 2017, 2018 y 2022.

Si se revisa lo acontecido desde 1997 en relación a lo sucedido el año anterior a nivel liguero y/o copero, el Real Madrid se proclamó campeón de Liga solamente en las ediciones de 1997, 2001, 2017, es decir, en sólo tres de las Champions conquistadas accedió como campeón de Liga la temporada previa.

Si, por el contrario, se analizan los éxitos en la misma temporada que se proclamó campeón de Europa, es decir, si también conquista la Liga o la Copa, o dobletes, vemos como desde 1997, el club blanco ha conquistado la Champions y la Copa del Rey una vez en 2014, y la Champions y la Liga en los años 2017 y 2022.

Por lo que respecta al FC Barcelona, también desde 1997 en adelante, el club azulgrana ha ganado 4 Champions League ( en 2006, 2009, 2011 y 2015 ). En la mitad de ellas, el FCB accedió como campeón de liga la temporada anterior ( en 2005 con Rijkaard y en 2010 con Guardiola ) si bien, en 2014, con Martino de entrenador, se le anuló un gol legal al FCB que bien pudiera haber significado el título de Liga, que a la postre se llevó el Atlético de Simeone.

Analizando lo sucedido en las mismas temporadas que el club catalán se proclamó campeón de Europa, vemos como a diferencia del Real Madrid, los azulgranas realizaron temporadas más buenas y compactas a nivel de los tres grandes títulos obtenidos, dado que en 2006 conquistarían Liga y Champions, en 2009 sobresaldrían con Liga, Champions y Copa del Rey, en 2011 de nuevo Liga y Champions y por último, ya en 2015 con Luis Enrique de técnico, nuevamente alzándose con un triplete.

A nivel histórico, destaca el hecho que el Real Madrid no ha ganado nunca en su historia un triplete, y el FCB lo ha logrado en dos temporadas ( en 2009 con Guardiola y 2015 con Luis Enrique ).

Con todo, a nivel de títulos en la misma temporada, los éxitos del FCB son sin duda alguna más meritorios, al haber ganado desde 1997 dos dobletes Liga y Champions  en 2006 y 2011, y dos tripletes en 2009 y 2015.

Respecto al Real Madrid, se observa que, aun habiendo sumado a su palmarés el doble de Champions League que el FCB desde 1997, sus éxitos en Champions no visibilizan una correlación tan clara a nivel de indiscutible regularidad y excelencia como en el caso del FCB en una misma temporada.

En conclusión, parecería como si el FCB necesita realizar a la perfección sus mayores gestas para que su maquinaria estilística carbure perfectamente. En cambio, el caso del Real Madrid evidencia un enfoque mucho más selectivo a la hora de afrontar sus objetivos y plasmar su hegemonía. En tales circunstancias, es lógico que se centre en una competición de corta duración como la Champions, la más mediática, en la cual se disputan 13 partidos si se accede a la final.

Desde 1997, el Real Madrid ha conquistado 9 Ligas, 8 Champions League y 2 Copas del Rey. Por el contrario, el FC Barcelona ha logrado 12 Ligas, 4 Champions League y 9 Copas del Rey.

 

JEAN-PIERRE PAPIN ( 1963 )

 

EL MEJOR JUGADOR DE LA HISTORIA ( I )

 El recurrente debate para dilucidar quien ha sido el mejor jugador de fútbol de la historia nace casi muerto en cada nuevo intento, pues por más que se pongan argumentos encima de la mesa, para uno u otro jugador, no es posible llegar a ninguna conclusión irrefutable, pues son demasiadas las variables que hay que comparar en cada caso. No obstante, tomo el compromiso de llegar a una resolución final, sin que la misma tenga más veracidad que la de cualquier otro aficionado al fútbol.

Desde la década de los cincuenta hasta nuestros días, ha habido una evolución constante en aspectos fundamentales vinculados al fútbol que han permitido que los jugadores de alto nivel puedan expresarse en el campo con mayor fluidez y efectividad.  Paso a enumerar algunos de ellos:

El estado de los terrenos de juego, desde duros e irregulares, con barro si llovía, a las alfombras de césped, en una transformación esencial para la buena práctica del fútbol.

Del peso y cosido de los balones de fútbol de hace unas décadas, a veces empapados de agua y arena, hemos pasado a los balones livianos e impermeables, mucho más manejables, permitiendo una mejor conexión entre técnica, velocidad y precisión.

La constante mejora del diseño anatómico de las botas de fútbol, cada vez más ligeras y confeccionadas con mejores materiales, de menor peso y engranaje, resultando más cómodas, permitiendo ganar en precisión y velocidad.

Un elemento importante ha sido la utilización del vídeo, lo que ha permitido estudiar a los mejores jugadores hasta la extenuación, obligando a los mismos a reinventarse de manera constante al ser de discernimiento general sus habilidades más habituales.

Asimismo, hay que mencionar la mejor disposición táctica de los equipos, en un proceso acumulativo de conocimientos que cada vez hace más asfixiante la creatividad; el progreso de la condición física; un óptimo control de la alimentación, de las cargas de trabajo y del descanso; equipos médicos de gran nivel, fisioterapeutas, nutricionistas, etc.

Con todo, el cambio más relevante tiene que ver con el freno de la violencia en los terrenos de juego. Atendiendo a épocas y a determinados países, hasta los años ochenta el fútbol tenía un ingrediente violento de alto nivel que habría impedido que jugadores como Iniesta, Xavi, Isco, Ansu Fati, Rodrigo, Isak, Dybala -por nombrar solo a algunos- hubiesen llegado a ser profesionales del fútbol.

La presencia cada vez más cercana de la televisión ha ido cercenando conductas violentas e intimidatorias, pues las innumerables cámaras que cubren los eventos, captan hasta la más mínima desconsideración o agresión, nada que ver con los planos alejados de antaño que permitían cotos de caza, mientras el árbitro quitaba hierro al asunto, a no ser que hubiese sangre o fracturas.

Asimismo, los patrocinadores han incidido en la mejora de un reglamento que protege a los futbolistas como elemento de inversión. En Europa Occidental, mayoritariamente y salvo excepciones puntuales, la transformación del fútbol ha sido estructural y social, con una maniobra insistente que ha mutado la representación de la tribu hacia un pícnic familiar, aspecto fundamental para un crecimiento de negocio exponencial.

En definitiva, un fútbol cada vez más profesionalizado y exigente, que por una parte facilita el desarrollo de las cualidades de los futbolistas, pero que con el avance de todas las disciplinas y materias, pone en mayor grado de igualdad a los jugadores.

La apuesta inicial no es compleja, pues parece poco discutible que los aspirantes al trono de mejor jugador de la historia, son cuatro: Pelé, Cruyff, Maradona y Messi.

No quiero restar méritos a los Di Stefano, Kubala, Zidane, Ronaldo Nazário, Romário, Ronaldinho, Cristiano Ronaldo, Benzema, etc., grandes jugadores que de manera puntual o por largos períodos han sido los mejores, pero que al margen de comparativas de títulos y éxitos individuales, quedan lejos de la taumaturgia reiterada del póquer de elegidos.

 

ALTA TRAICIÓN

 Cerrada la primera temporada de Leo Messi en el Paris Saint-Germain se ha confirmado, como no podía ser de otro modo, la rentabilidad económica del jugador.

Valgan estos datos a modo de resumen: venta récord de camisetas, enorme impacto en las redes sociales, se han disparado los ingresos en el estadio, siempre lleno y con lista de espera, un mayor número de contratos con patrocinadores, además de que las cantidades de los mismos han superado el precio de mercado, etc.

Desde las páginas de este Blog ya se dijo que la renovación de Leo Messi debía hacerse, sí o sí. Tanto por motivos deportivos y emocionales como económicos, pero la mano negra que esparce ruina y división en Catalunya ejerció, una vez más, de nigromante, mientras la grey asistió necia y atónita a las explicaciones que justificaban la decisión, expresadas por la voluminosa marioneta.

Viendo como desde el Fútbol Club Barcelona se buscan de manera desesperada palancas económicas, habría que preguntarse porqué se renunció a la mayor palanca que nunca ha tenido un club de fútbol: tal vez el mejor jugador de la historia, que todavía hoy es el mejor jugador del mundo, de conducta intachable, plenamente integrado en el FCB y con un sentimiento culé de primer orden.

Se mire por donde se mire, no hay una explicación razonable que explique la traición sufrida por Messi por parte del FCB, en la persona del Judas más falso, extraviado y dirigido: Joan Laporta.

Fue una doble traición: la primera a los socios que cual rebaño que bala le votaron creyendo que la renovación de Messi sería un hecho indudable -después de zamparse un asado y de chupar un poco de mate-, y después a Messi, engañado hasta el último segundo, sin apurar todas las posibles opciones, en una muestra de hipocresía y cinismo imposible de superar.

Puede leerse en el capítulo 12, versículo 6 del Libro de Jeremías: Porque también tus hermanos y la casa de tu padre, también ellos te han traicionado, también ellos han dado gritos en pos de ti; no les creas aunque te digan cosas agradables.

La primera víbora del vestuario fue Gerard Piqué, quien a la vista de la situación económica del Club, y temiendo por su contrato, se aprovechó de su ascendencia en el seno del FCB, para mostrar a  Joan Laporta la inviabilidad de la renovación de Messi, un modo fariseo de preservar lo suyo y lo de tantos parásitos como transitan por el vestuario azulgrana.

La relativa cercanía del Mundial de Qatar también se puso encima de la mesa, llegándose a la conclusión que Messi jugaría con prevención con la intención de llegar sano y salvo a su última oportunidad de ganar un Mundial. Siendo eso cierto, no lo es menos que un Messi bien arropado, regulando esfuerzos, habría sido el máximo goleador del equipo y el que más asistencias habría dado, además de permitir una mayor fluidez en el juego al centrar la atención de dos o más marcadores.

Con Messi en el campo jamás se habría vivido la lamentable situación de ver como más de treinta mil alemanes, hinchas del Eintracht de Frankfurt, intimidaban a la afición del FCB, en la plena evidencia de un club desgarrado.

La incidencia del mundo procesista no ha sido ajena a la marcha de Messi. En su dictadura impuesta a todos los catalanes, lo de Messi estaba cantado, pues nunca les siguió el juego, jamás hizo un solo gesto que permitiera pensar que estaba de su lado. Y esto en Catalunya se paga. Además, els lletraferits no le perdonan que quisiera marcharse del paraíso catalán, cuando el 25 de agosto de 2020 envió un burofax a los servicios jurídicos del FCB, harto de las mentiras del inentendible Bartomeu.

Entre unas cosas y otras, el FCB, el club que se jacta de ser més que un club, el club dels valors, traicionó una de las mejores historias del mundo del deporte, mostrándole la línea de salida a Messi, eso sí, con buenas palabras, en lo que ha sido una ruptura emocional que todavía sangra y que, de manera definitiva, ha puesto a cada uno en su lugar.

Ya no caben más engaños, el FCB es un lugar de negocios, una oportunidad para ganar un buen dinero consolidando la quiebra, mientras al socio se le vende cualquier cosa, sabedores que la idiotez se ha instalado de manera permanente en Can Barça, crisol de todas las bobadas vistas y de las que están por venir.

 

 

REXACH, MIGUELI Y CRUYFF ( 1989 )