domingo, 6 de marzo de 2022

TREINTAIDOSAVOS DE FINAL

 Los aficionados del FC Barcelona recordarán que en la temporada 1995-96, la que sería la última de Johan Cruyff como entrenador, el  equipo azulgrana disputó la Copa de la UEFA, a la que se llegaría en el último partido de liga de la temporada anterior, con un recordado gol de Jordi Cruyff en San Mamés.

En aquella edición del torneo, el Bayern de Múnich se proclamó campeón de la misma, siendo el Girondins de Burdeos el subcampeón, la grata sorpresa del año a nivel europeo, destacando en sus filas los nombres de Zidane, Dugarry y Lizarazu.

El FC Barcelona estuvo muy cerca de clasificarse para la final después de un prometedor 2-2 en el partido de ida de las semifinales, disputado en el Olímpico de Múnich.

Al poderse alinear solamente tres jugadores extranjeros, Cruyff apostó por Kodro en lugar de Hagi en el partido de vuelta. Seguramente fue un error del técnico holandés, dado que, por aquellas fechas, el jugador rumano estaba en su mejor momento desde que fichó por el club en verano de 1994.

Todo esto viene a colación porque, en la primera eliminatoria que se disputó, el club azulgrana quedó emparejado, en los treintaidosavos de final, con el club israelí Hapoel Be’eer Sheva.

Sin duda, tal emparejamiento se vivió en la ciudad del desierto israelí como una auténtica fiesta, por la dimensión que significaban tanto el FC Barcelona como la figura de Johan Cruyff.

En idioma hebreo, Hapoel significa trabajador, y los clubes con tal denominación son una parte muy significativa de las asociaciones deportivas más activas de su país.

Se fundaron en 1926 a raíz del sindicato Histadrut, el cual devino una de las instituciones más relevantes del futuro Estado de Israel, tanto por sus altas cifras de afiliados como por su rol en pos del movimiento sionista.

Dado que tales asociaciones estaban estrechamente vinculadas a los intereses de la clase trabajadora hebrea, desde la central sindical Histadrut se incentivó la creación de clubes Hapoel, impulsando así la práctica del deporte al mayor número de personas posible.

De tendencia laica, el símbolo o escudo de los clubes Hapoel suele ser una variante de la hoz y el martillo, junto con la figura de un boxeador. Desde sus orígenes, existe una feroz rivalidad con los clubes Maccabi, que en su origen, suelen estar asociados a posiciones más ubicadas a la derecha y más nacionalistas.

Tal era el nivel de rivalidad que, hasta 1951, ambas tendencias evitaban el tener que enfrontarse, con lo que cada institución organizaba sus propias competiciones paralelas.

A partir de ahí, dadas las necesidades del recién creado estado, ambas organizaciones acordaron dar forma al COI (Comité Olímpico de Israel) y la creación de ligas y competiciones abiertas.

Un factor que explica este antagonismo viene dado por el hecho de que, ya desde el dominio británico, el Maccabi era la única organización deportiva que pertenecía al Comité Olímpico de Eretz Israel, monopolizando sus intereses a nivel deportivo, dejando a las otras organizaciones en segundo lugar.

Ante tal hecho, los clubes Hapoel apostaron por intentar promocionar su causa a nivel internacional, estableciendo lazos con organizaciones de trabajadores de partidos socialistas allende sus fronteras.

A día de hoy, se calcula que hay en Israel más de 200 equipos –la mayoría amateurs- en 35 disciplinas deportivas que llevan el denominativo Hapoel.

Entre los clubes deportivos más destacados, sobresalen los ejemplos del Hapoel de Tel Aviv, el Hapoel de Jerusalén, el Hapoel Haifa, entre otros.

 

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