Personaje de
leyenda, auténtico trotamundos y considerado como uno de los más importantes
teóricos y estrategas del fútbol del siglo XX, Béla Gutman (1899-1981), con las dos Copas de Europa logradas
liderando el SL Benfica en 1961 y 1962, pasaría a los anales de la historia del
fútbol, siendo el único entrenador húngaro en haber alcanzado nunca tales cimas
hasta la fecha.
En la primera de
ellas, la competición se iniciaría en Septiembre de 1960 y, a lo largo de las
sucesivas eliminatorias a doble partido, el SL Benfica superaría a los
siguientes equipos: Hearts of Midlothian, Újpest Dózsa, Ärhus y Rapid de Viena.
El 31 de Mayo de
1961, en el Wankdorfstadion de Berna, el equipo luso se impondría
inexplicablemente por 3-2 al FC Barcelona en la célebre final de las porterías
con los palos cuadrados. Según parece, éstos ya estaban proscritos y en desuso
en la mayoría de las competiciones de la época.
El equipo catalán, a
priori favorito, y manifiesto dominador del juego a lo largo del encuentro,
acabaría perdiendo y desperdiciando la inmejorable oportunidad que le brindaba
la historia. Era el primer gran triunfo del fútbol portugués.
Esa derrota sería el
inicio de una muy complicada y convulsa etapa para el equipo catalán. Baste
señalar que su mejor activo en aquellas fechas, Luis Suárez, fue oficialmente
traspasado al Inter de Milán cinco días antes de que se jugara tan decisivo
encuentro.
En la edición de
1962, las eliminatorias previas enfrentarían al vigente campeón SL Benfica con
los siguientes clubes: Partizan de Belgrado, Austria de Viena, Nuremberg y
Tottenham Hotspurs.
El 2 de Mayo de
1962, el SL Benfica, casi un año después de su victoria frente al FC Barcelona,
tendría enfrente al todopoderoso Real Madrid CF al que vencería por 5-3 en el
Estadio Olímpico de Ámsterdam.
Eusébio, futura gran
estrella del fútbol mundial, fue el autor de dos goles en el transcurso de la
final.
En la plantilla
madridista sobresalían grandes figuras como Alfredo Di Stéfano o Férenc Puskás,
que habían dominado la competición desde su creación en 1955. El periódico
francés L'Équipe y el mismo Real Madrid CF serían los principales artífices e
impulsores del nuevo torneo.
Béla Gugtman se
marchó dolido del club lisboeta después de ganar la segunda Copa de Europa, al
serle discutida una mejora contractual. Fue entonces cuando dictaminó su
maldición: el Benfica no ganaría ningún torneo europeo en los siguientes cien
años. Han pasado cuarenta y dos años y después de ocho finales perdidas, la
maldición sigue marcando el destino del Benfica
Los dos
subcampeonatos de 1971 y 1982:
En la Copa de Europa
destaca, en primer lugar, el
subcampeonato de 1971.
Ferenc
Puskás (1927-2006) fue capaz de alcanzar la final con
el Panathinaikós, con una plantilla en la cual no había ningún jugador
extranjero. Es el único club griego de fútbol en haber llegado nunca tan lejos
en toda la historia.
En el estadio de
Wembley, el 2 de Junio de 1971, fueron derrotados 2-0 por el célebre Ajax de
Ámsterdam, con Rinus Michels de entrenador y con Johan Cruyff como máximo
exponente de un equipo que marcaría una época.
Los atenienses
habían eliminado al Jeunesse Esch húngaro, al Slovan de Bratislava, al Everton
y al Estrella Roja de Belgrado en las sucesivas eliminatorias.
Asimismo, es menester destacar lo acontecido en la edición de 1982.
Por aquel entonces
el entrenador húngaro Pál Csernai
(1932-2013) dirigía al Bayern de Múnich, que a la postre quedaría subcampeón al
perder 1-0 contra el Aston Villa británico.
En las
eliminatorias, el Bayern de Múnich superaría al Östers, SL Benfica, Universidad
de Craiova y CSKA de Sofía.
Pál Csernai
cosecharía éxitos nacionales con el club bávaro y su reputación como entrenador
en Alemania, aún a día de hoy, es la de un auténtico pionero de los banquillos,
sobre todo en lo que se refiere a sus planteamientos de índole defensiva.
Destacan sus 2 Ligas
de Alemania (1980 y 1981) y 1 Copa de Alemania con el Bayern (1982) así como también las 3 Copas de Alemania
ganadas con el Eintracht de Fráncfort (1974, 1975, 1988) ·
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