Diego Armando Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020. Desde el día de su muerte hasta el final de la temporada 2023, han acaecido una serie de acontecimientos que inducen a ciertas consideraciones: cabe la posibilidad de que su sacrílega mano de Dios haya tenido acceso a algunas zonas de control sagrado, un lugar donde se deciden las proezas más intrincadas.
Cualquier fanático de los milagros puede atribuir a la influencia de Maradona la sucesión de eventos que paso a exponer. Vaya por delante que mi posición al respecto es escéptica, más dada a resolver la cuestión mediante el recurso de recurrir a una cascada de casualidades a lo largo de más de dos años, aunque he de reconocer que no estoy muy seguro de ello.
Fue en el año 2021 que Argentina ganó la Copa América, en la final jugada contra Brasil en el Estadio Maracaná, después de no haber ganado este trofeo desde el año 1993. Fue el primer gran éxito de Leo Messi con la albiceleste, con treinta y cuatro años recién cumplidos, justo cuando ya se empezaba a creer en el eterno gafe del jugador argentino con su Selección.
Argentina no ganaba un Mundial desde México-86, con la omnipresente presencia de Maradona. Fue contra Inglaterra, en los cuartos de final, cuando Maradona hizo dos goles que han pasado a la historia: el gol más tramposo y el mejor gol que jamás se haya visto en un Mundial. Fue una victoria que traspasó la pugna deportiva, para incidir en un fervor patriótico excepcional, un modo de resarcirse de la guerra de las Malvinas, del año 1982, en la que Argentina fue humillada por el Reino Unido.
No ha sido hasta el Mundial de Qatar, celebrado a finales del 2022, que Argentina volvió a levantar una Copa del Mundo, con el añadido de que el rival de Diego Maradona en los altares, Leo Messi, por fin ha conseguido un Mundial que parecía que se le iba a escapar.
Tal vez con esto habría bastado, pero si damos pábulo a la teoría de la intervención litúrgica de Maradona, sabedores como somos de sus excesos en todos los ámbitos de su vida, es fácil deducir que al poco de su muerte, si tuvo acceso a los mandos que deciden las contingencias del mundo, no dejaría de manejarlos hasta el derroche.
En los años en los que Maradona jugó con la S. S. C. Napoli, consiguió ganar dos títulos de la Serie A -algo que nunca antes había conseguido el equipo italiano-, en las temporadas 1986-1987 y 1989-1990. Además de las dos ligas, logró una Copa de la UEFA, una Copa y una Supercopa de Italia. De aquellos días de gloria ha quedado en la ciudad la impronta imperecedera de un Maradona que con sus desfases personales, enlazó con el caos bullicioso de Nápoles, para sentarse en las gradas de la magnificencia.
La presencia de Maradona no solo significó una mejora del equipo, sino que propició una revolución deportiva y social que llevó al éxtasis a una ciudad, para finalmente transportarla hasta los confines del gozo.
No ha sido hasta la temporada 2022-2023 que la S. S. C. Napoli ha vuelto a ganar la Serie A, con dieciséis puntos de ventaja al segundo clasificado. Dos jugadores han destacado sobre los demás, el georgiano Khvicha Kvaratskhelia, un chico de veintidós años, al que la afición llama Kvaradona -una exageración tan propia del mundo del fútbol-, y el nigeriano Victor Osimhen, máximo goleador de la temporada en Italia, con veintiséis goles en treinta y dos partidos.
Después de que en la temporada 2022-2023 el Sevilla F. C. habitase en las estancias del infierno, con la sensación de que el destino final iba a ser el descenso a la Segunda División, a raíz del reemplazo de Jorge Sampaoli -fue seleccionador de Argentina en el Mundial de Rusia 2018, en una extraña mezcolanza con Leo Messi- por José Luis Mendilibar, se produjo una metamorfosis extraordinaria, que no solo salvó al equipo del azufre incandescente, sino que después de una serie de partidos épicos, consiguió ganar su séptima UEFA Europa League, contra la A. S. Roma.
Fuera del podio de los portentos, completando el rosario de sucesos, hay que mencionar el Campeonato de Primera División 2022 conquistado por el Boca Juniors, y la Liga ganada por el F. C Barcelona, en la temporada 2022-2023.
Ante la ristra de albures engarzados que cada cual saque sus propias conclusiones
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