domingo, 20 de diciembre de 2020

EN UN MOMENTO DADO, ¿QUÉ HARÍA JOHAN CRUYFF?

La actual situación del FC Barcelona, fondeado en una ciénaga de aguas plomizas, permite muchas especulaciones. Aceptando esta premisa y si el camino más corto siempre es una recta, lo más aconsejable en estos momentos sería recurrir a los orígenes cercanos: una filosofía de juego y de gestión que puso en marcha Johan Cruyff.

El primer paso inteligente para salir del atolladero en el que se encuentra el FC Barcelona sería reflexionar sobre las decisiones que tomaría Cruyff en el momento actual. Cierto es que siempre es difícil interpretar y hacer la adecuada traducción de un genio, pero también lo es que dejó suficientes pistas en su recorrido, para que el margen de error al intentar elucubrar cómo sería su gestión en el Barça actual, quedase muy reducido.

A lo largo de su carrera Johan Cruyff se mostró siempre transparente como pocos. Si nos ceñimos a sus etapas en el FC Barcelona, se puede comprobar que su trayectoria fue amplia y compleja, hasta el punto que no hubo casi ninguna dificultad que no tuviese que sortear. El libreto que Cruyff dejó escrito es claro y rotundo, se trata de leer bien las páginas más esenciales.

Lo primero que haría Cruyff nada más llegar al club sería sentarse con Leo Messi y reconocerle sus méritos acumulados a lo largo de su carrera futbolística en el Barça. Después de un par de minutos de merecidos halagos al jugador argentino, Cruyff pasaría a la acción para desenredar la madeja con una manera de obrar que siempre le distinguió.

Haremos nuestra la frase de Benjamín Franklin: La peor decisión es la indecisión. Vivir en la incertidumbre es algo intrínseco en el ser humano, pero cuando te toca con sus dedos helados, hay que reaccionar.

El primer paso de Cruyff sería expresar que en el nuevo proyecto deportivo, Messi sería la piedra angular del equipo. Cualquier proyecto que empieza requiere compromiso y pasión. La consecuencia lógica de esta afirmación exigiría poner sobre la mesa todas las cartas. La provisionalidad del momento actual, la duda existencial del barcelonismo sobre si Messi se quedará o no la próxima temporada, a Cruyff le resultaría inaceptable. No daría ningún paso adelante hasta resolver esta ecuación.

Se puede presuponer lo que diría Messi. Dubitativo, expresaría que hasta que no haya un nuevo presidente en el Barça, hasta que no tenga conocimiento del proyecto, no es posible decidirse.

La respuesta automática de Cruyff sería ofrecer una reunión uno o dos días después con los nueve presidenciables, además del pelele en funciones, Carlos Tusquets. Messi no podría negarse. Asimismo, ninguno de los candidatos a la presidencia podría quedarse fuera del conclave, pues ello significaría descabalgar de la carrera presidencial.

A las diez de la mañana, en un cenáculo del Camp Nou, para bien o para mal, se desharía el ovillo. Messi expondría sus apetencias económicas y deportivas, y cada uno de los aspirantes a la presidencia daría una respuesta a las mismas, matizando los puntos necesarios de acuerdo a las posibilidades del club. La reunión no sería corta, a buen seguro se seguiría insistiendo después de la comida.

De la misma saldrían tres posibles contenidos, con dos posibles resoluciones. Vayamos primero con los contenidos:

En el primer supuesto, Messi expresaría su firme voluntad de terminar su carrera en el Barça, dando las razones que creyese oportunas. Esta sería la decisión más deseada por la mayoría de socios y aficionados del FC Barcelona.

En la segunda suposición, si Messi decidiese no seguir en el club, una vez escuchadas las aportaciones de los presidenciables, abandonaría la disciplina del FC Barcelona, en el próximo mercado de invierno.

La tercera conjetura contemplaría que Messi, a pesar de los intentos de Cruyff y las explicaciones de unos y otros, siguiese instalado en las dudas, y por ende, en la indecisión. En este caso, se le darían cuarenta y ocho horas para decidirse. Caso de no hacerlo, la decisión final recaería en Cruyff.

Si bien Kant expresó que la inteligencia de los hombres se mide por las incertidumbres que son capaces de manejar, el instinto intuitivo siempre merece ser tenido en cuenta. Fiel a sí mismo, ante la vacilación de Messi, Cruyff tomaría la decisión de que el jugador argentino no jugase más en el FC Barcelona.

En los dos supuestos en los que Messi se marcharía del FC Barcelona, el jugador argentino tendría permiso para adelantar su presencia física en su nuevo equipo y adaptarse a la nueva ciudad, deseándole toda la suerte del mundo, además de tener el compromiso del club de hacerle una despedida como se merece un jugador de su excepcional rendimiento, en cuanto fuese posible asistir al estadio con normalidad.

¿Alguien tiene dudas de que esta sería la manera que tendría Johan Cruyff de resolver la espinosa cuestión?

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

UNA CENA MUY ORIGINAL

Los integrantes de masalladelgol-colectivopessoa , seudónimos anónimos agazapados detrás de heterónimos invisibles, hemos llegado a la con...