La primera piedra que rompió el cristal metafísico que permitió especular sobre un cuerpo tan denso que ni siquiera la luz puede escapar de él, fue lanzada, en el año 1783, por el geólogo inglés, John Michell. Poco después, se atrevió a poner nombre a un concepto casi incomprensible: estrella oscura. Con el paso del tiempo, el concepto agujero negro tomó su relevo aunque para el caso que nos ocupa viene a ser lo mismo.
El lenguaje es un ser vivo que se adapta al medio hasta tal punto que es capaz de procesar conceptos que nadie entiende, para dotarlos de la ductilidad necesaria que luego permite aplicarlos a lo más cotidiano. Así ha ocurrido con el concepto agujero negro, algo que en las universidades y en los bares se entiende del mismo modo: la pérdida irreparable de algo de una forma que parece inexplicable.
Vayamos a los hechos.
Desde la temporada 2013-2014 Sergio Roberto pertenece a la primera plantilla del F.C. Barcelona, siendo en las últimas cinco temporadas cuando se ha asentado en el equipo titular como lateral derecho, alternando con Semedo.
Ambos han tenido la responsabilidad de suplir a Dani Alves, el mejor lateral derecho de la historia del Barça, mal visto desde las alturas por ser demasiado irreverente en sus apariciones en las redes sociales, que se marchó de la entidad azulgrana después de la temporada 2015-2016.
Dejar marchar a Dani Alves fue un error histórico, pues a pesar de su edad, con su experiencia y espíritu ganador, todavía podía ofrecer un alto rendimiento, como demostró durante una temporada en la Juventus y dos en el PSG.
La comparación de Sergio Roberto con Dani Alves siendo lógica por ser su relevo, es algo injusta, pues es probable que Dani Alves sea el jugador más competitivo y exitoso de la historia del fútbol. No obstante, hay que hacerla para saber lo más básico del rendimiento de uno y otro.
Las estadísticas sirven de mucho y una de sus pruebas irrefutables son los datos comparativos entre Dani Alves y Sergio Roberto.
En sus 391 partidos con el FC Barcelona, Dani Alves consiguió 21 goles y dio 103 asistencias.
Sergio Roberto, en sus 287 partidos disputados ha marcado 10 goles y ha asistido en 34 ocasiones.
Del mismo modo que hay que aceptar el valor de las estadísticas, también hay que admitir la trampa de aceptarlas sin más. No es lo mismo jugar unos minutos que un partido completo. Tampoco es semejante marcar un gol en un partido de Copa del Rey, intrascendente, que en un campo difícil de la Liga. No obstante, los números son claros en la evidente desproporción en cuanto a la aportación de uno y otro jugador.
Si las estadísticas son mentirosas es en los intangibles. Hay detalles que son esenciales y que van más allá de goles, asistencias, robos de balón, balones perdidos, faltas cometidas, faltas recibidas, etc.
Hay un ejemplo que sirve para ver con absoluta claridad lo que las estadísticas no pueden reflejar:
Andrés Iniesta en su aportación al FC Barcelona, en los años más exitosos y goleadores del club, marcaba un gol cada doce partidos, y daba una asistencia en cada cinco. No son grandes números atendiendo a su posición en el campo, y no obstante, siempre será reconocido como uno de los mejores jugadores de la historia del Barça.
Esto es así porque lo que hacía muy bien Iniesta es lo más difícil en el fútbol: jugar al primer toque, ver jugadas imposibles, romper líneas con un movimiento de cadera y un toque de balón, sacarse de encima a un contrario con solo un movimiento de cintura, etc.
Volviendo de nuevo al caso Dani Alves, hay algo que resulta difícil de comprender. Muchas veces he leído comentarios sobre la influencia de Leo Messi a la hora de los fichajes y de las bajas. No creo en absoluto que deba tener ni siquiera la penúltima palabra, pero sí la antepenúltima. Es decir, cualquier posible decisión de altas y bajas que no se comunique a Messi, aunque solo sea para conocer su punto de vista, me parece inadecuado. Desconozco si años atrás se hacía, aunque presupongo que sí. En cambio, no tengo nada claro que se le consulte nada en los últimos años.
Es por ello que si tuviese la oportunidad de hacerle una pregunta a Leo Messi sería la siguiente:
¿Hiciste lo posible para que Dani Alves no se marchara del Barça?
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